El lunes, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE están programados para reunirse en Bruselas para discutir las sanciones contra los funcionarios bielorrusos supuestamente vinculados a la manipulación de votos y la violencia contra civiles. La figura de la oposición bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya, a quien Occidente está vendiendo como “presidenta electa”, también participará en esta reunión. Mientras tanto, Minsk ha calificado cualquier intento de ejercer influencia sobre las autoridades como una intromisión en los asuntos internos del país y ha prometido introducir medidas «adecuadas», que podrían llegar a romper las relaciones diplomáticas, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Los estados miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) también han iniciado el lanzamiento del llamado mecanismo de Moscú contra Bielorrusia. La idea es enviar una misión de la OSCE para analizar la situación y sugerir medidas para cambiarla. Mientras tanto, los expertos no se hacen ilusiones sobre las perspectivas de la misión de la OSCE de visitar el país, pero aún pueden redactar un informe después de hablar con los participantes de los hechos y las víctimas mientras permanecen en el extranjero. Los expertos de la ONU han documentado 450 casos de tortura y tratos crueles. El 18 de septiembre, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución sobre Bielorrusia. También exigieron a las autoridades detener la violencia, investigar todos los casos de brutalidad, liberar a los presos políticos y dialogar con el “Consejo de Coordinación” de la oposición y la sociedad civil.
Sin embargo, los funcionarios bielorrusos siguen negando cualquier uso de la represión y llaman a los eventos en todo el país un esfuerzo por restaurar la ley y el orden. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bielorrusia ha descrito la participación prevista de Tikhanovskaya en la reunión del Consejo como una bofetada a los ciudadanos bielorrusos. Además, el ministro de Relaciones Exteriores, Vladimir Makei, prometió que Bielorrusia ofrecería una respuesta adecuada a las sanciones de la UE. En particular, Minsk está estudiando sanciones personales contra funcionarios de la UE. Bielorrusia también podría retirarse de diversas iniciativas y organizaciones e incluso cortar las relaciones diplomáticas con algunos países.
Mientras tanto, los ciudadanos bielorrusos continúan manifestándose y sus demandas de que se celebren nuevas elecciones y la renuncia de Lukashenko son una decisión consciente, que no será revisada. Los manifestantes bielorrusos señalan que el enfrentamiento actual es meramente político y buscan la ayuda de estructuras e instituciones internacionales, ya que las autoridades supuestamente no escuchan a su propia gente y se niegan a mantener ningún diálogo.