Las agencias de inteligencia estadounidenses creen que supuestamente el liderazgo iraní decidió abstenerse de cualquier paso antes de las elecciones estadounidenses del 3 de noviembre que pudiera provocar que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tomara medidas decisivas y aumentara sus posibilidades de reelección para un segundo mandato. Esto fue informado el sábado por The New York Times, citando a funcionarios estadounidenses.
Según estas fuentes, la inteligencia estadounidense ha llegado a la conclusión de que el liderazgo iraní no reaccionará a las próximas amenazas o sanciones de Washington hasta principios de noviembre. Se hace una excepción solo para el ciberespacio. La inteligencia estadounidense también indica que Teherán canceló un plan elaborado hace un año para llevar a cabo una gestión este otoño que podría reducir las posibilidades de reelección de Trump. Se trataba de cualquier acción en el Golfo Pérsico que pudiera afectar negativamente a la producción de petróleo en Medio Oriente y sembrar el pánico en el mercado financiero justo antes de las elecciones generales en Estados Unidos.
Según la publicación, la inteligencia estadounidense cree que Teherán encontró tales acciones ineficaces ante la pandemia de coronavirus. Cualquier acción de Irán, por el contrario, le dará a la administración Trump una razón para emprender una acción militar y así aumentará las posibilidades de reelección del republicano, creen los servicios de inteligencia estadounidenses.
En el 2018, Washington se retiró del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) desarrollado por Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Francia y Alemania con Teherán con el fin de superar la crisis por el programa nuclear iraní, tras lo cual inició una campaña de ejercer la «máxima presión» sobre Irán, de hecho destinado a estrangularlo económicamente. A principios de agosto, Estados Unidos, una vez más acusando a Irán de violar el acuerdo nuclear, anunció su intención de restablecer las sanciones de la ONU contra Teherán bajo el procedimiento JCPOA. El 20 de agosto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, transmitió personalmente la solicitud de Washington al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU. A mediados de septiembre, en una conferencia de audio en el Departamento de Estado, el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela e Irán, Elliott Abrams, dijo que Estados Unidos tiene la intención de restablecer las sanciones contra Irán y evitar la expiración del embargo de armas a Teherán.
El 11 de septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en una conferencia de prensa después de las conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, enfatizó que Rusia y China, junto con la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, no aceptan los intentos estadounidenses de desmantelar el JCPOA para resolver la situación en torno al programa nuclear iraní.