La renuncia de Fayez al-Sarraj, quien encabeza el “Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia” (“GAN”), no cambiará el equilibrio de poder en el país del norte de África, y es poco probable que cambie la postura de Rusia sobre la situación en el país. Quien ocupe el lugar de al-Sarraj, Moscú seguirá apoyando el diálogo entre libios mediado por la ONU, dijeron senadores rusos a Izvestia. Los expertos explicaron al diario que la dimisión de los gobiernos de Tobruk (este de Libia) y Trípoli (oeste de Libia) son parte de un mismo proceso que muestra un cambio de estrategia. Cualquier intento de resolver el conflicto por la fuerza no satisfará a los libios ni a la comunidad internacional. Sólo es posible una mayor resolución de conflictos mediante conversaciones de paz.
El primer ministro del “Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia” (“GAN”), Fayez al-Sarraj, anunció el 17 de septiembre en la televisión nacional que planeaba dimitir a finales de octubre «para dar paso a nuevos líderes».
A pesar de los cambios en el gobierno libio, la postura de Rusia permanece sin cambios, dijo a Izvestia el presidente de la Comisión de Política de Medios del Consejo de la Federación Rusa (cámara alta del parlamento), Alexey Pushkov.
«Abogamos por resolver el problema libio a través del diálogo inter-libio y mediante métodos políticos con la participación de la ONU. No veo por qué la posición de Moscú debería cambiar fundamentalmente debido a un cambio de liderazgo», subrayó el senador. «Libia debe formar un gobierno unido que sea reconocido por todas las partes del proceso. Simplemente no hay otra manera».
El político señaló que el cambio pendiente en el liderazgo de Libia podría mejorar o complicar las condiciones para el diálogo interno. Esto dependerá de quién vendrá después de al-Sarraj y cómo será la nueva configuración de poder en Trípoli, dijo.
Mientras tanto, Grigory Lukyanov, profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Políticas de la Escuela Superior de Economía, dijo a Izvestia que es poco probable que el rival de al-Sarraj, el mariscal de campo Khalifa Haftar del Ejército Nacional de Libia, renuncie en la futuro cercano. El experto señaló que el puesto de Haftar no es político y que no puede ser elegido. El veterano comandante sigue manteniendo su influencia en Libia, señaló Lukyanov.