China ha lanzado ejercicios militares cerca del Estrecho de Taiwán. Los simulacros coinciden con una cumbre de alto nivel en Taipei a la que asistió un alto funcionario estadounidense, lo que China ha calificado de provocación.
El Ministerio de Defensa de China dijo el viernes que el comando de teatro oriental del Ejército Popular de Liberación estaba llevando a cabo nuestros ejercicios en el área, pero no proporcionó detalles sobre la operación.
Un portavoz del ministerio, Ren Guoqiang, describió los simulacros como «acción razonable» dirigida a «proteger la soberanía nacional y la integridad territorial».
Refiriéndose a la visita del subsecretario de Asuntos Económicos de Estados Unidos, Keith Krach, a Taiwán, Ren afirmó que Washington y Taipei son culpables de «connivencia» y «con frecuencia crean disturbios». Añadió que no sería prudente intentar «usar Taiwán para controlar China», advirtiendo que «los que juegan con fuego se quemarán».
Krach tiene previsto reunirse con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el viernes. Esta visita sigue a un viaje el mes pasado del secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, el funcionario estadounidense de más alto nivel que ha venido a la isla en cuatro décadas.
Los medios locales informaron que los aviones de la Fuerza Aérea de Taiwán fueron revueltos más de una docena de veces en las primeras horas del viernes, supuestamente para contrarrestar las maniobras que estaban llevando a cabo los cazas chinos.
Los crecientes vínculos de Washington con Taiwán, sobre el que Beijing reclama soberanía, han sido un factor importante que contribuyó al deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China. Washington no tiene lazos diplomáticos oficiales con la isla, pero sigue cumpliendo la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979 para ayudar a Taiwán a defenderse, y es el principal proveedor de armas de Taiwán.
China ha instado repetidamente a Washington a que abandone sus ambiciones políticas y militares en la región, advirtiendo que la postura hostil de Estados Unidos podría conducir a una catástrofe.