Los residentes del centro de recepción de refugiados de Moriah en la isla griega de Lesbos organizaron una protesta. Los manifestantes pidieron a la Unión Europea que los proteja y los ayude. Muchos migrantes también acusaron a la policía de malos tratos.
Una situación explosiva se desarrolló en la isla tras el incendio de Moriah. Más de 12 mil inmigrantes ilegales quedaron sin techo sobre sus cabezas. Miles de familias han pasado su sexta noche al aire libre y se niegan a trasladarse a la ciudad de tiendas de campaña establecida por los militares. Las carpas esperan a los migrantes de Moriah. Hasta ahora, solo 800 de los 12 mil refugiados se han asentado en ellos.