Un grupo de colombianos nativos demolió una estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar de un pedestal durante las protestas en el oeste del país, informó la estación de radio RCN.
Las protestas de los representantes del pueblo originario Misak contra la violencia tuvieron lugar en la ciudad de Popayán, capital del departamento de Cauca. Después de llegar al centro de la ciudad, un grupo de manifestantes arrojó cuerdas sobre la estatua y la tiró al suelo. Como se señaló, aunque la policía estuvo observando las protestas, no interfirió con lo que estaba sucediendo.
El alcalde de la ciudad, Juan Carlos López Castrillón, se pronunció en contra del incidente, calificándolo de «un acto contra el símbolo de la ciudad». Dijo que la estatua será restaurada y devuelta a su lugar.
Según la radioemisora, las autoridades judiciales han iniciado una investigación sobre el incidente con el fin de identificar y procesar a los responsables. La policía dijo que el lugar donde se encuentra la estatua estará acordonado.
Sebastián de Belalcázar jugó en muchos sentidos un papel decisivo en la conquista de los territorios de la actual Nicaragua, Ecuador y Colombia (su parte suroeste).
La demolición espontánea de monumentos a sureños durante la Guerra Civil comenzó en Estados Unidos en medio de protestas tras la muerte del afro estadounidense George Floyd a manos de la policía. Esto también afectó a las estatuas del descubridor de América Cristóbal Colón, a quien activistas de izquierda acusan de genocidio de la población nativa de EE.UU.. Posteriormente, la ola de demoliciones de monumentos se extendió a otros países.