Durante el curso de las maniobras ruso-bielorrusas denominadas “Hermandad Eslava-2020”, que se están llevando a cabo actualmente en la región de Brest, la OTAN ha estado llevando a cabo simulacros internacionales llamados “Tobruq Legacy 2020” en Lituania, en las proximidades directas de las fronteras del Estado de la Unión, desde el lunes. Los ejercicios involucran a las fuerzas de defensa aérea de Lituania, Estonia, Italia, Estados Unidos, Letonia, Polonia, Francia, Eslovaquia y Hungría. Minsk ve estas acciones como una provocación, escribe Nezavisimaya Gazeta. Mientras tanto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, anunció que Moscú retiraba la reserva de fuerzas, desplegada en la frontera bielorrusa.
Según los expertos, este paso de Moscú tenía como objetivo evitar una escalada. No se espera una presencia militar rusa permanente en Bielorrusia, además de dos instalaciones militares ubicadas allí (la estación de radar del Volga y el 43º Centro de Comunicaciones de la flota rusa).
«El aumento de las maniobras de la OTAN cerca de las fronteras del Estado de la Unión es sin duda un factor alarmante. Moscú y Minsk ya han desarrollado una estrategia para contrarrestar esto», dijo Alexander Kanshin, quien dirige la Asociación de la Unión de Oficiales de Reserva del Ministerio de Defensa (MEGAPIR ) y es miembro de la Cámara Cívica de Rusia. Mientras tanto, está seguro de que «no se espera que la alianza emprenda ninguna acción militar real contra Bielorrusia». Este país enfrenta un conflicto político interno, que debe resolverse sin ninguna injerencia extranjera, dijo el experto, y señaló que nadie en Occidente busca una guerra con Rusia y sus aliados.