Alemania propone un acuerdo de 1.000 millones de euros a EE.UU. para rechazar las sanciones contra el “Nord Stream 2”

El gobierno alemán ofreció un acuerdo de mil millones de euros a Estados Unidos a cambio del rechazo de Washington a las sanciones contra el proyecto del gasoducto “Nord Stream 2”, informó el miércoles el periódico Die Zeit.

Según fuentes del diario, Berlín expresó su disposición a invertir mil millones de euros en la construcción de dos terminales de GNL para gas natural licuado estadounidense.

«A cambio, Estados Unidos permitirá la finalización y el uso sin obstáculos de “Nord Stream 2”», dijo el vicecanciller y ministro de Finanzas alemán Olaf Scholz en su carta al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin. En la carta, Alemania señaló que «las opciones legales existentes para las sanciones aún no se han agotado».

Según el periódico, Scholz primero expresó verbalmente la posición de Berlín y luego la confirmó por escrito. Se supone que las terminales de GNL en cuestión se construirán en las ciudades alemanas de Brunsbuttel y Wilhelmshaven. A cambio del rechazo de las sanciones, el gobierno alemán prometió «incrementar el apoyo estatal para la construcción mediante la asignación de hasta mil millones de euros».

El periódico señaló que los líderes de la UE discutirán el futuro del proyecto “Nord Stream 2” en la cumbre del 24 al 25 de septiembre, a la luz del incidente de Alexey Navalny. El caso del bloguero provocó acaloradas discusiones en Alemania y la UE en torno a la implementación del proyecto. Los Verdes alemanes lanzaron un ultimátum para detener el proyecto. El Partido Demócrata Libre exigió una moratoria temporal sobre la construcción hasta que se resuelvan todos los problemas. El candidato a presidente de la CDU, Friedrich Merz, expresó una demanda similar.

Inicialmente, el gobierno alemán propuso no vincular el incidente de Navalny con el proyecto “Nord Stream 2”. Solo después de que los toxicólogos militares alemanes afirmaron que Navalny había sido supuestamente envenenado con una sustancia de la clase Novichok, el tono cambió. El fin de semana pasado, el canciller alemán, Heiko Maas, expresó su esperanza de que Rusia no obligue a Alemania a «cambiar su posición», lo que los medios interpretaron como una amenaza para detener el proyecto. Según el portavoz del gabinete Steffen Seibert, la canciller Merkel «estuvo de acuerdo con las declaraciones» del máximo diplomático. Sin embargo, el ministro alemán de Economía y Energía, Peter Altmaier, se mostró escéptico sobre la posibilidad de tales sanciones.

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