El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con que la respuesta de Washington a cualquier ataque iraní, que podría llevarse a cabo en represalia por el asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, general Qassem Soleimani, sería 1.000 veces mayor en magnitud.
«Según informes de prensa, Irán puede estar planeando un asesinato u otro ataque contra Estados Unidos en represalia por el asesinato del líder terrorista Soleimani», escribió Trump en su cuenta de Twitter. «Cualquier ataque de Irán, en cualquier forma, contra Estados Unidos se enfrentará con un ataque a Irán que será 1.000 veces mayor en magnitud».
According to press reports, Iran may be planning an assassination, or other attack, against the United States in retaliation for the killing of terrorist leader Soleimani, which was carried out for his planning a future attack, murdering U.S. Troops, and the death & suffering…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 15, 2020
El domingo, el periódico Politico informó citando a los servicios de seguridad estadounidenses que el gobierno iraní estaba sopesando un intento de asesinato contra la embajadora de Estados Unidos en la República Sudafricana Lana Marks en respuesta al asesinato de Soleimani. La inteligencia de EE. UU. Se enteró de esta amenaza en la primavera, pero en las últimas semanas surgieron datos más específicos sobre el próximo ataque. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo a Fox News el lunes que Washington tomaría este informe en serio.
A su vez, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, desestimó las afirmaciones del periódico Politico como infundadas y señaló que esto era parte de la «campaña de desinformación» de la administración Trump contra Irán.
El comandante de la Fuerza Quds de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el general Qassem Soleimani, murió el 3 de enero en el ataque con misiles de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad. El 8 de enero, Irán tomó represalias lanzando ataques con misiles en dos instalaciones en Irak utilizadas por el ejército estadounidense: la base aérea de Al-Asad y el aeropuerto de Erbil.