En el condado de Gresik (Indonesia), las autoridades han ideado una forma original de castigar a quienes violan el régimen de portar máscaras.
Los lugareños atrapados sin máscaras durante la pandemia son enviados a cavar tumbas para las víctimas del coronavirus «con fines de prevención».
Según The Daily Mail, los primeros ocho infractores fueron enviados a cavar las tumbas. Un representante de las autoridades locales explicó a los periodistas que en su territorio sólo quedaban tres sepultureros profesionales, por lo que “obviamente no estarán en problemas”.
Mientras tanto, el número de pacientes con COVID-19 en Gresik, Indonesia, sigue aumentando y las restricciones de cuarentena se hacen más estrictas en las aldeas locales.
“Hay muchos residentes que, por una razón u otra, ignoran las nuevas regulaciones de cuarentena y enfrentarán un castigo en forma de servicio comunitario”, advierten las autoridades locales.
Indonesia está experimentando actualmente un aumento en el número de casos, con 3.636 casos reportados ayer. El número total de pacientes desde el inicio de la pandemia ha llegado a 218.382, el mayor aumento se registra en la capital del estado, Yakarta. El número real de personas infectadas, según los expertos, es mucho mayor que los datos oficiales.