Argentina volvió a registrar una de las tasas de inflación más altas de la región y del mundo, en un contexto global en el que casi no hay un alza de precios.
Según calcularon varias consultoras privadas, la inflación en agosto, en Argentina, rondó el 2,8 %, lo que vuelve a colocar al país suramericano en la clasificación de las naciones con mayores subidas en los precios en el mundo, en momentos en los que la población afronta una fuerte crisis económica, en la cual uno de cada tres argentinos es pobre.
En particular, firmas como C&T, Eco Go, Ecolatina, Econviews y Seido sostienen que la inflación mensual se situó entre el 2,2 y el 3,5 %, mientras que, de media, desde enero, se acumularon aumentos del 19 y el 41 % para los últimos 12 meses, según las consultoras.
Entretanto, estimaciones del Banco Central del país prevén que la subida a lo largo de todo 2020 cerraría en un 37,8 %, aunque otras entidades privadas, como Latinfocus, indican que podría ser de hasta el 43,9 %.
De hecho, conforme a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina se halla entre los ocho Estados con peores índices inflacionarios para este año en curso, con un 39,5 %, y vuelve a aparecer entre los países con peores estadísticas inflacionarias en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, que ha provocado la paralización de la actividad y una pronunciada caída del consumo en muchos países.