La mayoría de los ciudadanos estadounidenses creen que su gobierno, legisladores y tribunales son corruptos y no rinden cuentas al público, según una nueva encuesta. Sorprendentemente, tanto demócratas como republicanos comparten esta opinión.
El setenta y tres por ciento de los estadounidenses dicen que los funcionarios electos no enfrentan “consecuencias graves” por mala conducta, según una nueva encuesta del Pew Research Center. Una mirada más cercana revela que sólo el 21 por ciento de los demócratas y el 32 por ciento de los republicanos creen que hay algo de justicia básica para los políticos delincuentes. Este no es el único tema en el que los liberales y conservadores estadounidenses casi llegan a un consenso.
El setenta por ciento de los ciudadanos estadounidenses no cree que el gobierno sea «abierto y transparente», mientras que el 60 por ciento de los republicanos y demócratas creen que los jueces no están libres de la influencia de partidos y políticos.
Todo esto podría haber llevado a la sorprendente mayoría del 62 por ciento de los estadounidenses a decir que se necesitan «cambios significativos» en la estructura del gobierno. A partir de este punto, sin embargo, la división partidista brilla. Alrededor del 79 por ciento de los demócratas y solo el 41 por ciento de los republicanos están de acuerdo con la necesidad de una reforma gubernamental.
Otro punto interesante es cómo se ve la igualdad. El setenta y seis por ciento de los republicanos piensa que todos tienen la misma oportunidad de tener éxito, pero solo el 28 por ciento de los demócratas estaría de acuerdo
Esta disparidad de opiniones se destacó por sí sola en la encuesta. Menos del 30 por ciento de los republicanos y demócratas creen que sus compatriotas «están de acuerdo en hechos básicos aunque no estén de acuerdo políticamente».
La encuesta parece mostrar tanto una completa desconfianza que la mayoría de los estadounidenses parece tener hacia sus instituciones públicas, como una importante división ideológica entre ellos. Este conjunto de hechos tal vez arroje luz sobre la posibilidad, a menudo mencionada, de que las elecciones presidenciales de 2020 sean impugnadas si los resultados son cercanos.
Tanto los demócratas como los republicanos suelen especular sobre abusos de poder y fraudes que pueden costarles la presidencia. Las teorías varían desde Donald Trump que se niega a dejar el cargo, hasta partidarios liberales que eligen a Joe Biden a través de maquinaciones de votación por correo.
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