Trump dice que Estados Unidos prohibirá que las empresas que subcontratan a China obtengan contratos federales

Durante la campaña electoral de 2016, Trump prometió «traer de vuelta» a las empresas estadounidenses, que habían subcontratado en gran medida su producción a países extranjeros, a Estados Unidos. Al mismo tiempo, se centró principalmente en empresas que estaban trabajando en China.

El presidente Donald Trump ha anunciado que pronto las empresas estadounidenses que subcontraten sus operaciones a China no podrán competir por contratos federales estadounidenses bajo una nueva prohibición próxima. También dijo que es posible desacoplar la economía estadounidense de China sin incurrir en «pérdidas monetarias».

«Perdemos miles de millones de dólares y si no hiciéramos negocios con ellos no perderíamos miles de millones de dólares. Se llama desvinculación, así que empezarás a pensar en ello», dijo Trump.
En 2019, el Pentágono dio la alarma de que algunos de sus contratistas de defensa que estaban trabajando en tecnologías militares sensibles podrían estar conectados o ser propiedad parcial de China, lo que los convierte en una posible fuente para que estos datos se filtren a Beijing.

La prohibición de los contratos federales es solo el último paso anunciado por POTUS en un intento por reestructurar la economía de los EE. UU., Que durante mucho tiempo ha subcontratado la producción y otras operaciones a países donde se puede hacer más barato que a nivel nacional. En agosto de 2020, Trump prometió importantes créditos fiscales a aquellas empresas estadounidenses que trasladen sus operaciones comerciales a los EE. UU., Pero solo si anteriormente trabajaban en China.

Este último aparentemente se convirtió en su enfoque clave en la campaña para traer a las empresas estadounidenses «a casa», ya que ha acusado repetidamente a Pekín de estafar a Estados Unidos abusando de prácticas comerciales «injustas». En un intento por detener estas prácticas, POTUS inició una importante guerra comercial con China en 2018, imponiendo fuertes aranceles a algunas de las exportaciones del país y exigiendo que Beijing llegara a un nuevo acuerdo comercial que sería «justo». Los dos países continuaron imponiendo nuevos impuestos a su comercio hasta que alcanzaron su acuerdo de Fase Uno en 2019, que se suponía que sentaría las bases para un futuro acuerdo comercial integral. Sin embargo, sus conversaciones sobre el tema se han estancado desde entonces, en gran parte debido a que Trump acusó a Beijing de desencadenar la pandemia de coronavirus en el mundo al supuestamente no reportar su escala original en China.

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