Al mismo tiempo, la República Islámica reafirmó su intención de no desarrollar misiles de muy largo alcance capaces de atacar objetivos a más de 2.000 kilómetros de distancia, diciendo que no necesita tales armas.
El ministro de Defensa de Irán, Amir Hatami, ha revelado que uno de los principales objetivos de la industria militar nacional de su país es aumentar el alcance efectivo de los misiles de crucero lanzados desde el aire. Por el momento, la mayoría de los misiles de Irán tienen un alcance ligeramente superior a los 1.000 kilómetros, y los misiles de crucero lanzados desde tierra tienen un alcance efectivo de hasta 1.400 kilómetros. Sin embargo, sus misiles aéreos han tenido un rendimiento inferior hasta ahora, alcanzando objetivos a menos de 1.000 kilómetros de distancia.
La República Islámica ahora tiene como objetivo ampliar su alcance aumentando la capacidad de salida del motor y colocando misiles de crucero lanzados desde el aire a la par con otros tipos. Al mismo tiempo, Irán no busca aumentar el alcance de ninguno de sus misiles de crucero, lanzados por aire, tierra o mar, más allá de los 2.000 kilómetros, ya que el país no necesita armas de muy largo alcance, dijo el ministro. .
Hatami elogió a la industria de defensa de Irán por estar bien desarrollada y ser capaz de manejar la modernización de misiles planificada. Señaló que las empresas militares nacionales actualmente satisfacen el 90% de las necesidades de defensa de Teherán, pero admitió que después de que la ONU levante el embargo contra Irán sobre la venta de armas convencionales, la República Islámica podría comenzar a trabajar con países extranjeros para adquirir y vender armas.
El levantamiento del embargo se producirá bajo las condiciones del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), firmado en 2015, pero se opone firmemente a Estados Unidos, que ha prometido bloquear la medida en el Consejo de Seguridad de la ONU. Washington acusa a Teherán de violar el JCPOA y ha intentado iniciar el mecanismo de sanciones de snapback, pero sin éxito. Otros signatarios del acuerdo nuclear en el Consejo de Seguridad rechazaron la iniciativa estadounidense, citando la retirada de Estados Unidos del acuerdo en 2018 y su posterior pérdida de autoridad para imponer los mecanismos creados como parte del JCPOA. Washington luego prometió imponer sanciones unilaterales contra Irán, incluso si sus socios europeos y otras partes del acuerdo nuclear no los apoyan.