La reacción de Aleksandar Vucic al anuncio de Donald Trump de que Belgrado trasladará su embajada israelí a Jerusalén el próximo julio hizo que algunas personas se preguntaran si la noticia había sido una sorpresa para el líder serbio.
Vucic visitó Washington esta semana para firmar un acuerdo negociado por Estados Unidos con Avdullah Hoti, primer ministro de la separatista región serbia de Kosovo. El acuerdo fue promocionado como un gran éxito diplomático para Washington, que logró acercar a los dos rivales balcánicos. Entre otras cosas, Kosovo, una entidad de mayoría musulmana, acordó reconocer a Israel, mientras que Serbia acordó trasladar su embajada a Jerusalén, siguiendo los pasos de Estados Unidos.
Sin embargo, la reacción del presidente serbio al anuncio hizo que algunos comentaristas se preguntaran si conocía los detalles del documento que había firmado. Cuando Trump describió la promesa como «fantástica», Vucic miró de reojo a su anfitrión estadounidense, luego pasó las páginas del acuerdo antes de hacer un gesto con la mano, que se podría interpretar como una palma de la mano abortada.
Footage that certainly makes it appear that Vucic did not realize he had agreed to moving the Serbian embassy to Jerusalem — or at least not by July, Trump states. Comedy of errors. pic.twitter.com/0QlzmYM3GY
— Jasmin Mujanović (@JasminMuj) September 5, 2020
Los comentarios en línea sugirieron que Vucic podría no haber leído la letra pequeña antes de firmar el acuerdo y calificó la escena de humillante. Pronto rodarán cabezas entre los asistentes del presidente, predijeron algunos.
Para aumentar la confusión, Trump llamó erróneamente a Hoti el «presidente de Kosovo».
La administración Trump anunció por primera vez planes para reconocer a Jerusalén como la capital israelí y trasladar su embajada en consecuencia en 2017. La medida fue alabada en Israel, pero enfureció a los palestinos, quienes dijeron que Estados Unidos claramente ya no estaba en condiciones de actuar como neutral. mediador en el conflicto árabe-israelí. Desde entonces, un puñado de otras naciones se ha comprometido a trasladar sus embajadas en Jerusalén, incluidas Guatemala, Honduras y Malawi.