La lucha por el poder sacude a la élite saudí

Seis generales de alto rango, incluidos dos miembros de la familia real, fueron despedidos del ejército de Arabia Saudita bajo sospecha de corrupción y fraude financiero, escribe Izvestia. El decreto correspondiente fue firmado por el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud. Los observadores lo ven como una prueba de una lucha secreta por el poder en la cúspide de la familia gobernante, ya que no todos sus miembros reconocen el derecho del príncipe heredero Mohammed bin Salman a suceder a su padre.

El experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Andrey Chuprygin, dijo a Nezavisimaya Gazeta que los individuos recién despedidos pronto podrían enfrentar más cargos. Probablemente serán culpados de los errores cometidos por el príncipe heredero, que llevaron al fiasco en la guerra de Yemen e hicieron que Riad quedara mal tanto en el escenario internacional como en el nacional.

La situación política en Arabia Saudita es tensa en este momento debido a fallas en la política exterior, dijo a Izvestia el investigador principal del Instituto Primakov de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladimir Avatkov. «Aparte de los contratiempos en Yemen, también se han producido fracasos en relación con Siria, y ha disminuido la supremacía de Arabia Saudita en el mundo árabe», señaló el politólogo. En su opinión, con la disminución de la autoridad de Arabia Saudita, la lucha política interna está cobrando impulso.

«Varias fuerzas abogan por cambiar las prioridades de política exterior del país y cambiar a un rumbo de política exterior más equilibrado, mientras que otras están empleando una retórica más belicosa, insistiendo en mantener una estrecha alianza con Estados Unidos», señaló el experto. «La situación en Arabia Saudita está hirviendo y tarde o temprano puede tener consecuencias peligrosas, dadas las tendencias regionales negativas, la vejez del monarca gobernante y la política exterior bastante activa del joven príncipe heredero», enfatizó Avatkov.

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