Los científicos rusos han creado un dispositivo para generar óxido de nitrógeno del aire y administrarlo a los pacientes por inhalación. El dispositivo fue desarrollado en el Instituto de Investigación Científica de Física Experimental de toda Rusia y ya se está probando para el tratamiento del COVID-19, escribe Rossiyskaya Gazeta.
Se ha confirmado durante la pandemia que la inhalación de óxido de nitrógeno puede aumentar las tasas de supervivencia de los pacientes con coronavirus grave conectados a ventiladores del 15% al 75%. Sin embargo, el coronavirus y las enfermedades pulmonares no son el único campo en el que el nuevo dispositivo puede resultar útil. Hay posibilidades de utilizarlo en unidades de cuidados intensivos, en centros de cirugía cardíaca e instalaciones perinatales.
El dispositivo ha sido sometido a ensayos clínicos en el Centro Nacional de Investigación Médica de Almazov en San Petersburgo y ahora está siendo probado por cardiólogos en la ciudad de Nizhny Novgorod.
«Este dispositivo nos ha permitido operar a pacientes a los que no podíamos ayudar en el pasado. Ahora el número de estos pacientes ha disminuido. Además, estamos dando a las personas la oportunidad de vivir una vida plena una vez finalizado el tratamiento”, dijo el médico jefe del Hospital Especializado de Cirugía Cardíaca de Korolev, Anton Maximov.
Según los desarrolladores, el dispositivo no tiene paralelo en el mundo. «Somos capaces de producir unos 200 dispositivos al año, lo que satisfará las necesidades estimadas de Rusia», dijo al periódico el director del Instituto de Investigación Científica de Física Experimental de toda Rusia, Viktor Selemir. Según él, el primer lote de 50 dispositivos se fabricará a finales de septiembre.