Estados Unidos tiene la intención de evitar a toda costa que Alexander Lukashenko continúe liderando Bielorrusia. Esta vez quieren intentar persuadirlo de que deje su puesto.
Así lo afirmó el embajador de Estados Unidos ante la OSCE, James Gilmore. Sugiere que Washington debería tratar de convencer a Lukashenko de que, en las circunstancias actuales, no puede ser el presidente del país.
«Las elecciones fraudulentas con la subsiguiente represión brutal del pueblo son inaceptables», explicó Gilmore la razón por la que Lukashenko debería dimitir de la presidencia.
Es decir, el método estadounidense del palo y la zanahoria en acción: no funcionó a la fuerza, intentémoslo por persuasión.
El Representante Permanente de Estados Unidos no olvidó recordar que los Estados Unidos, como siempre, están «profundamente preocupados» por la posible injerencia de Rusia en los asuntos internos de Bielorrusia, cuyo propósito es apoyar a Lukashenko.