El embajador de Venezuela ante la ONU denuncia que el opositor Juan Guaidó ha contratado abogados para cumplir órdenes de carácter injerencista de la Casa Blanca.
A través de unos mensajes publicados este domingo en Twitter, Samuel Moncada ha asegurado que dos abogados venezolanos pretenden realizar una interpretación suigeneris de la Constitución venezolana para ilegitimar las elecciones parlamentarias del 2020.
Para este despropósito, ha señalado Moncada, Guaidó, siguiendo las órdenes del representante de la Casa Blanca para Venezuela, Elliott Abrams, contrató a “abogados de la invasión y el saqueo”.
“Abrams afirmó en Washington que ya decidió cómo funciona la Constitución en Venezuela y que el presidente en enero es Guaidó. Para ese fin, ordenó que los mejores juristas de las viejas y nuevas generaciones explicaran por qué no puede haber elecciones en el 2020”, ha escrito el representante de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la referida red social.
Ha acusado también al letrado Allan Brewer Carías de haber impulsado el “decreto de Carmona en 2002, que eliminó todo el Estado de derecho y los poderes públicos. Nunca será olvidado en la historia de Venezuela”, ha dicho Moncada en otro tuit.
En un tercer mensaje, ha apuntado el dedo acusador contra José Ignacio Hernández por ser un “testigo alquilado de las empresas extranjeras que demandan a nuestro país y, al mismo tiempo, abogado de Venezuela nombrado por Guaidó”.
De esta forma, Moncada ha condenado las declaraciones de Abrams, quien el martes pasado insistió en que la Administración de Estados Unidos, presidida por Donald Trump, no reconocería las elecciones de diciembre y continuaría respaldando a Guaidó, el autoproclamado “presidente interino” de Venezuela.
En julio, Abrams anunció la puesta en marcha de una estrategia comunicacional contra el Gobierno de Maduro destinada no solo a lograr su meta de derrocar al mandatario chavista, sino también para distraer la atención de la opinión pública internacional ante la incapacidad de la Administración de Trump para atender los problemas locales, como la crisis sanitaria, acentuada por la pandemia de la COVID-19, y su descalabro en las encuestas de cara a los comicios presidenciales de noviembre en el país norteamericano.