Si Israel mata a uno de nuestros combatientes, mataremos a uno de los suyos, advierte el jefe de Hezbolá


Las tensiones entre Israel y el Líbano se intensificaron el martes después de un «incidente de seguridad» en la frontera. Según las FDI, militantes de Hezbollah dispararon dos tiros desde el otro lado de la frontera dirigidos a las tropas israelíes. En respuesta, Israel lanzó ataques aéreos contra los puestos de observación de Hezbollah, supuestamente por primera vez desde la guerra de 2006.

El jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha declarado que Israel perderá un soldado por cada militante asesinado por sus fuerzas. Sin embargo, señaló que su organización no participará en enfrentamientos en la frontera, porque «esto es lo que Israel quiere».

«Israel debe entender que cuando maten a uno de nuestros muyahidines, mataremos a uno de sus soldados. Esta es la ecuación», dijo Nasrallah durante un discurso televisado, y agregó que es sólo una cuestión de tiempo.

Tras el incidente de esta semana, el Consejo Supremo de Defensa del Líbano denunció lo que llamó «agresión israelí» y prometió presentar una denuncia ante las Naciones Unidas.

Al abordar el intercambio de disparos, el primer ministro Benjamin Netanyahu instó a Hezbolá a «no poner a prueba la resolución aplastante de Israel».

Los enfrentamientos fronterizos se informaron solo unas horas después de que el gobierno libanés rechazara formalmente una propuesta israelí para reformar la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, que ha estado patrullando la frontera entre las dos naciones desde 1978. Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU vote sobre la renovación del mandato de la fuerza el 31 de agosto.

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