Los países occidentales condenaron anteriormente las presuntas violaciones de derechos humanos en la región china de Xinjiang y en Hong Kong, este último tras la adopción de Beijing de una nueva ley de seguridad nacional que afecta a la isla semiautónoma.
El consejero de Estado chino Wang Yi ha condenado los intentos de gobiernos extranjeros de inmiscuirse en los asuntos internos de Beijing, advirtiéndoles que no interfieran en la situación en la región china de Xinjiang y en Hong Kong.
Su advertencia se produjo a raíz de que el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijera que había planteado la cuestión de Xinjiang y Hong Kong en las negociaciones con Wang Yi y le recordó las preocupaciones de París sobre las presuntas violaciones de derechos humanos que tienen lugar allí.
Francia, junto con otros países occidentales, expresó anteriormente su preocupación con respecto a los campamentos de reeducación supuestamente utilizados para encarcelar a uigures en Xinjiang, así como con respecto a una nueva ley de seguridad nacional introducida en Hong Kong a fines de junio de 2020.