Miles de manifestantes se reunieron el viernes en el memorial del decimosexto presidente estadounidense Abraham Lincoln (1809-1865) en el bulevar central de la capital estadounidense para una manifestación programada para coincidir con el 57 aniversario de la Marcha en Washington, encabezada por el activista afro estadounidense de derechos humanos, premio Nobel de la Paz Martin Luther King (1929-1968).
La acción de protesta comenzó con discursos de activistas desde las escaleras del edificio, desde donde el propio King había pronunciado una vez un discurso. La gente llenó toda el área alrededor del estanque rectangular frente al monumento. Luego, la audiencia fue al memorial de King ubicado cerca.
La marcha se llevó a cabo bajo el lema «Quítame la rodilla del cuello». Esta es una referencia a los eventos en Minneapolis, Minnesota, en mayo, cuando el asesinato del afro estadounidense George Floyd por la policía desató protestas masivas en todo el país bajo el lema «Black Lives Matters». Luego, durante la detención del hombre, la policía usó un estrangulamiento, presionando su cuello con una rodilla. Los cuatro agentes de policía implicados en el arresto fueron despedidos y acusados.
Las protestas del viernes también tuvieron lugar en otras partes de la capital. Así, frente al edificio del Departamento de Justicia de Estados Unidos, según informó The Washington Post, se reunió una multitud de unas 200 personas. Entre ellos se encontraban familiares de víctimas de la violencia policial, que se dirigieron a la multitud. Los activistas pidieron al ministerio que investigue todos los casos de violencia injustificada por parte de agentes del orden y lleve a los responsables ante la justicia.
El asesinato de Floyd en mayo provocó protestas en todo el país. Alrededor de 40 ciudades, incluidas Washington y Nueva York, tenían toques de queda.
El caso más reciente de violencia policial de alto perfil fue el incidente en Kenosha, Wisconsin. Los disturbios comenzaron después de que un oficial de policía disparara varias veces en la espalda del afro estadounidense Jacob Blake el 23 de agosto. Se enviaron unidades de la Guardia Nacional de Wisconsin a la ciudad y la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. Un total de 56 personas fueron detenidas durante los disturbios.