La lista de logros de Donald Trump como presidente no es demasiado larga. Además, prácticamente sacrificó la política exterior de Estados Unidos. Con la reelección en juego, Trump está jugando su última carta de triunfo.
Escribe sobre este portal de información estadounidense «The Duran».
El medio señala que desde el principio, el vector de la política exterior de Trump se hundió gravemente. El presidente no pudo mejorar las relaciones con Rusia. Provocó una nueva ronda de escalada en el Medio Oriente al retirarse del Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní. Falló las negociaciones con Corea del Norte sobre desnuclearización. Además, estropeó las relaciones con México, al decidir construir el notorio muro en la frontera sur de Estados Unidos. Los lazos transatlánticos también atraviesan tiempos difíciles.
Con el desastre del coronavirus golpeando a los estadounidenses, las perspectivas de Trump comenzaron a desvanecerse. Y en este contexto, nombró a Richard Grenell como su representante especial en Kosovo. Paralelamente a esto, Europa nombró a su enviado al cuasi-estado. El conocido serbófobo Miroslav Lajczak quedó en el cargo. Como se señaló en la publicación, quedó claro que ya no hay ninguna coordinación entre los Estados Unidos y la Unión Europea en la dirección de los Balcanes.
Para Trump, resolver el problema de Kosovo se está convirtiendo en una baza muy necesaria de la política exterior. Tiene la intención seria de obligar a Serbia a reconocer el cuasi-estado creado por Washington, aunque esto contradice la constitución serbia, sin mencionar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y las normas legales internacionales.
Según los expertos, resolver el problema de Kosovo en vísperas de las elecciones estadounidenses ayudará a la campaña de Trump, especialmente porque los Balcanes son una plataforma de confrontación de larga data entre las superpotencias.
“En la campaña electoral, Trump necesita demostrarle al público estadounidense el éxito de la política exterior estadounidense, y quizás Kosovo, siendo un tema relativamente menor, puede servir como una especie de trofeo. Por eso puede reaccionar con impaciencia y ejercer presión para cumplir con estas intenciones”, comentó el ex ministro de Relaciones Exteriores de la República Federativa de Yugoslavia Vladislav Yovanovic.
El problema, afirma la edición, es que Trump no pretende buscar los orígenes del problema de Kosovo para resolver realmente la crisis. Solo necesita una victoria momentánea y ostentoso, sea lo que sea que tenga.