En EE.UU., un científico chino fue  acusado de supuestamente destruir pruebas relacionadas con la transferencia de datos a la República Popular de China

Las autoridades estadounidenses han acusado a un investigador chino de supuesta destrucción de pruebas, que también es sospechoso de transferir la investigación científica estadounidense al lado chino. Así se afirma en un comunicado publicado el viernes en el sitio web de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Central de California.

Según el documento, a fines de julio, se vio al científico de 29 años Guan Lei, que trabajaba en la Universidad Estatal de California, arrojando un disco duro dañado a la basura. Fue acusado de destruir pruebas e interferir con la investigación.

Anteriormente, el FBI de Estados Unidos inició un proceso contra el científico. Se sospechaba que transfería desarrollos de software estadounidenses a un centro científico chino. Este centro supuestamente intenta crear una supercomputadora para las necesidades de los militares. Se sospechaba que el investigador tenía vínculos con el Ejército Popular de Liberación de China (EPL).

Los fiscales dicen que Guan Lei también supuestamente ocultó la presencia de algunos dispositivos de almacenamiento a los investigadores. Presuntamente hizo declaraciones deliberadamente falsas de que no mantuvo contactos con el Consulado General de China. Se espera que se presenten cargos contra él el 17 de septiembre. El científico, si es declarado culpable, enfrenta hasta 20 años de prisión.

Como informó The Wall Street Journal a principios de esta semana, citando fuentes, los funcionarios estadounidenses creían que los diplomáticos chinos estaban ayudando a investigadores con sede en EE.UU. que supuestamente ocultaron sus vínculos con el EPL. Como se señala en la publicación, la administración estadounidense cree que estos científicos, que trabajan en Estados Unidos, intentaron «obtener datos sobre los últimos avances científicos de las universidades estadounidenses».

El 21 de julio, Washington exigió que Beijing cerrara el Consulado General en Houston dentro de las 72 horas debido al «robo de tecnología estadounidense», el «uso inadecuado» de los sistemas de intercambio de estudiantes, así como el «comportamiento incompatible con la práctica diplomática estándar» de los empleados. El mismo día, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino prometió tomar medidas de respuesta, y el 24 de julio anunció una medida simetrica: el cierre de la misión diplomática de Estados Unidos en Chengdu.

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