El Mar de China Meridional se está convirtiendo en una plataforma para una confrontación directa entre Washington y Beijing, escribe Nezavisimaya Gazeta. Durante simulacros recientes, China lanzó misiles balísticos al Mar de China Meridional, incluido uno denominado «asesino de portaaviones». Estados Unidos respondió con una lista negra de 26 funcionarios y empresas chinos involucrados en la construcción de bases en islas en disputa, y enfatizó que Estados Unidos continuará resistiendo la expansión china. Según el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, tanto Beijing como Moscú representan un desafío para Washington.
Estados Unidos planea desplegar sus fuerzas en la región del Indo-Pacífico de tal manera que pueda tener la oportunidad de contrarrestar tanto a China como a Rusia, dijo Esper.
Nezavisimaya Gazeta preguntó al director del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexei Maslov, si Washington tiene la intención de contrarrestar a China y Rusia por separado o si espera una respuesta conjunta.
«Este es un juego bastante delicado. Estados Unidos quiere afirmar que hay alguna coalición antia estadounidense en el mundo, representada por China y Rusia. En este sentido, el enemigo es fuerte y muy peligroso. Sin embargo, en realidad, China y Rusia tienen diferentes posturas sobre Estados Unidos. El lanzamiento de misiles por parte de China demuestra que están listos para contrarrestar a los estadounidenses. Mientras tanto, Rusia no ha mostrado ninguna agresión militar hacia los Estados Unidos. En segundo lugar, no existe una alianza político-militar entre Rusia y China apuntando contra Estados Unidos. Estados Unidos está hablando de un fantasma que no existe. En el período previo a las elecciones, uno de los lemas de Trump será: Estados Unidos debe contrarrestar el comunismo global frente a China y cualquier posible agresión del lado de China y Rusia”, señaló el experto.