El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró hoy que cualquier intento de injerencia extranjera en Bielorrusia resulta contraproducente y abogó por evitar una escalada de tensiones en ese país.
Durante una conversación telefónica con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, el mandatario criticó la presión política ejercida desde el exterior sobre Minsk y enfatizó en la necesidad de no fomentar la inestabilidad.
La víspera, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, instó a Estados Unidos y a la Unión Europea a evitar la interferencia en los asuntos de esa nación y calificó de inadmisible la imposición de sanciones con el objetivo de socavar el proceso de diálogo entre el Gobierno de Bielorrusia y sus ciudadanos.
El 9 de agosto, el presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, resultó reelecto tras vencer, con el 80,1 por ciento de los votos, a la candidata opositora Svetlana Tijanovoskaya.
Tras los comicios, el mandatario denunció en varias ocasiones la clara injerencia foránea, sobre todo, de Lituania y Polonia, para intentar un cambio de gobierno por la fuerza.
Desde Varsovia y Vilna se escuchan demandas de una repetición de las elecciones, mientras Lukashenko denuncia que son esas capitales las principales promotoras y organizadoras de las protestas violentas ocurridas poco después de las presidenciales.