El llamado “Consejo de Coordinación para la Transición del Poder” creado por la oposición bielorrusa se enfrenta ahora a cargos penales por supuestos llamamientos para tomar el poder. Los líderes del consejo decidieron hacer todo lo posible, exigiendo reunirse con los organismos encargados de hacer cumplir la ley con urgencia y afirmando que todas las acciones del consejo están dentro de la ley bielorrusa, informa Kommersant. La postura de los países occidentales puede jugar un papel importante en esta lucha política, sin embargo, sigue siendo indecisa. Mientras Lituania y Polonia hablan de reconocer a la candidata de la oposición Svetlana Tikhanovskaya como líder electa, la UE en general ni siquiera ha pedido a Minsk que realice otras elecciones. Washington opta por no agravar tampoco las relaciones con Bielorrusia.
El ex Encargado de Negocios bielorruso en Suiza Pavel Matsukevich, quien no ha sido designado para un nuevo cargo debido a su postura crítica del gobierno, dijo que Occidente no tiene ningún mecanismo legal para reconocer a Tikhanovskaya como presidente. «Estoy seguro de que se han destruido todas las papeletas, por lo que los llamamientos al recuento de votos no son realistas», señaló. «Así que es imposible reconocer a Tikhanovskaya como presidente». Según él, si la UE y los EE.UU. reconocen al Consejo de Coordinación como un organismo legítimo, solo podría perjudicar a la oposición. «Esta organización no es muy respetada en Bielorrusia. Cuando escucho declaraciones de los miembros del consejo, parece que ya están testificando, sabiendo que todas sus palabras pueden ser usadas en su contra. Sus frases deben convertirse en lemas, y en su lugar , están reflexionando cuidadosamente sobre sus palabras». El diplomático señaló que la oposición bielorrusa podría lograr el éxito si la mayoría de los trabajadores de las fábricas se unen a su causa.
«Es imposible devolver la lava al interior del volcán, sin embargo, la lava puede enfriarse», dijo el analista político bielorruso Alexander Feduta al periódico, y señaló que los arrestos de prominentes figuras de la oposición bielorrusa aún pueden encender la protesta. «Nuevas muertes también pueden avivar la lava, y muchos de los heridos todavía están en hospitales. Y finalmente, el intento de presionar a los trabajadores también puede jugar su papel». El destino del presidente Alexander Lukashenko se decidirá en octubre, sugiere Feduta, cuando finalice oficialmente su actual mandato presidencial.