El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el Departamento de Estado pronto intentará desencadenar un «retroceso» de las sanciones de la ONU a Irán, ya que el principal diplomático estadounidense amenazó con consecuencias para Moscú y Pekín si intentan bloquear el esfuerzo.
«Hoy dirijo al secretario de Estado Mike Pompeo que notifique al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que Estados Unidos tiene la intención de restaurar prácticamente todas las sanciones de las Naciones Unidas contra Irán; es muy fácil, no es infrecuente», dijo Trump a los periodistas durante un Conferencia de prensa de la Casa Blanca el miércoles.
Cuando Estados Unidos entró en el acuerdo con Irán, estaba claro que Estados Unidos siempre tendría derecho a restaurar las sanciones de la ONU que evitarían que Irán desarrollara un arma nuclear.
«Mi administración no permitirá que continúe esta situación nuclear en Irán», agregó Trump, afirmando que si es reelegido, Teherán se arrastrará inmediatamente hacia atrás suplicando un acuerdo con Washington.
El secretario de Estado viajará al Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) en Nueva York el jueves para comenzar el proceso de restablecimiento de las sanciones, dijo el Departamento de Estado. Pompeo advirtió en una entrevista con Fox más temprano el miércoles que China y Rusia serían «responsables» si votaran en contra de la medida, que dijo que vendría en forma de «una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU totalmente válida y ejecutable.
Aunque Washington ha revivido desde hace mucho tiempo todas las sanciones de Estados Unidos a Irán anteriores al pacto nuclear de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales, una serie de sanciones de la ONU siguen suspendidas según los términos del acuerdo. Después de no poder persuadir al Consejo de Seguridad de la ONU para extender un embargo de armas a Teherán la semana pasada, que expirará en octubre, los funcionarios estadounidenses prometieron invocar una disposición del acuerdo nuclear que «rompería» las sanciones anteriores de la ONU.
Tanto Teherán como los aliados de Estados Unidos en Europa han cuestionado la legalidad de la medida, dado que Washington se retiró del acuerdo nuclear en 2018, abandonando efectivamente sus obligaciones mientras aún espera invocar sus poderes. Las partes europeas del acuerdo advierten que las sanciones renovadas podrían hacer implosionar el acuerdo por completo, ya que el alivio de las sanciones ha sido la principal preocupación de Teherán.