La Unión Europea está a punto de intervenir en los asuntos internos de Bielorrusia, afirmando que no reconoce las elecciones y exigiendo la transferencia del poder en la república, dijo a Izvestia el senador ruso Konstantin Kosachev. Según el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, la Unión Europea y los Estados Unidos se están aprovechando de la difícil situación en el país e imponen sus propios términos a Bielorrusia. Bruselas se ha negado a reconocer el resultado de las elecciones presidenciales del 9 de agosto en el país y se está preparando para imponer sanciones contra los funcionarios de la nación.
Mientras tanto, Moscú apoya al liderazgo bielorruso con reserva, sin regañar a la oposición, pero criticando el enfoque europeo. «La tesis sobre la disposición para facilitar una transición pacífica del poder genera preocupaciones. Aquí la atención no está en la palabra «pacífica», sino en la palabra «transición». Resulta que la UE cree que puede definir si Bielorrusia necesita esta transición o no. Planea asignar dinero para estos objetivos. La pregunta es: ¿a dónde irán estos fondos? Deberíamos estar atentos a esto», dijo al periódico el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachev. «Por lo tanto, la posición actual de la UE está fuera de su ámbito y está al menos al borde de entrometerse en los asuntos internos de Bielorrusia, que no es su miembro», señaló.
Sin embargo, no hay un choque directo de posiciones sobre Bielorrusia entre Rusia y la Unión Europea, dice el diario. Esto fue confirmado por el hecho de que un día antes de la cumbre de la UE, el presidente ruso Vladimir Putin sostuvo cuatro conversaciones internacionales sobre la cuestión bielorrusa: con la canciller alemana Angela Merkel por iniciativa de Berlín, el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y el líder bielorruso Alexander. Lukashenko.
Andrej Hunko, miembro del partido de izquierda en el comité de asuntos europeos del Bundestag alemán, dijo que la UE y Rusia no deben cometer un error al convertir los eventos en Bielorrusia en un conflicto geopolítico. Por el contrario, si coordinan sus pasos, lograrán convertirse en mediadores en este enfrentamiento. Solo los propios bielorrusos pueden resolver este problema, subrayó el político.