Los lazos económicos entre Estados Unidos y China siguen rompiéndose a medida que la guerra comercial se intensifica. Decenas de empresas han declarado planes para trasladar su producción de China a otros países, principalmente en el sudeste asiático. En algunos casos, esta reubicación es realmente exitosa, pero es demasiado pronto para hablar del fin de la era de China como «la fábrica del mundo», escribe Izvestia.
Numerosos aranceles impuestos por la administración Trump en los últimos años han aumentado significativamente el costo de producción en China. Cada vez se imponen sanciones a más empresas chinas. Las corporaciones globales han ganado miles de millones de dólares durante décadas con la mano de obra barata de China, pero ahora tienen que buscar alternativas. Es más, el aumento del nivel de vida ha hecho subir los salarios en China, por lo que se ha estado gestando una transferencia de producción. Además, al salir de China, ¿hacia dónde se trasladará el capital de producción? Los destinos más prometedores son otros países del este de Asia.
La producción basada en inversiones extranjeras ha aumentado rápidamente en Vietnam (+ 9% en comparación con la producción en el 2019), Camboya, Myanmar y Tailandia. India, el segundo país más poblado del mundo, también ha declarado sus ambiciones, ha estado buscando repetir el salto de producción chino.
Mientras tanto, la deslocalización de la fabricación es dolorosa incluso para las corporaciones modernas. China todavía tiene una serie de ventajas y es pronto para decir que su futuro como base de producción clave del mundo está condenado al fracaso, dice el diario. En primer lugar, durante las últimas décadas, China ha adquirido nuevas tecnologías y ha mejorado la cultura de la producción gracias a su mayor experiencia. La segunda carta de triunfo clave de China son las cadenas tecnológicas, que se han construido en el país durante décadas con la participación activa de corporaciones estadounidenses, europeas y asiáticas. En tercer lugar, China es la segunda economía más grande del mundo con un mercado interno gigante, que todavía tiene un buen potencial para un mayor crecimiento. Después de la reubicación, estas empresas se enfrentarán al riesgo de perder su ventaja competitiva en esta importante plataforma. Está absolutamente claro que ni Vietnam ni Camboya, ni siquiera grandes países como Brasil y México podrían reemplazar a China en este campo. Aunque debido a la presión política algunas empresas extranjeras cortarán sus operaciones en China, es imposible imaginar su salida total del país en un futuro cercano, dice el diario.