La última ronda de conversaciones ruso-estadounidenses en Viena terminó con nuevas demandas de Washington. Ahora, como condición previa para la extensión del New Start, Estados Unidos insiste en firmar un acuerdo marco adicional políticamente vinculante por parte de ambos presidentes. Este documento debe abarcar tanto los arsenales nucleares estratégicos como tácticos de ambas partes, así como proporcionar nuevas medidas de control. Con base en este documento, Estados Unidos espera construir un sistema multilateral de control de armas para el futuro. El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, dijo a Kommersant que Moscú «tomó en consideración» las propuestas de Washington, pero enfatizó que Rusia no estaba interesada en extender Start «a cualquier costo».
El nuevo acuerdo marco propuesto por Estados Unidos debe buscar primero controlar «todo tipo de ojivas y armas nucleares», «tanto estratégicas como tácticas». El enviado presidencial especial de Estados Unidos para el control de armas, Marshall Billingslea, dijo a Kommersant que las ojivas rusas, que actualmente no están cubiertas por ningún acuerdo y cuyo número crece constantemente, deberían incluirse en futuros acuerdos. En segundo lugar, Washington insiste en ampliar las medidas de verificación y transparencia. Si Moscú está de acuerdo, entonces, según Billingslea, su equipo estará listo para invitar a Donald Trump a «considerar» la extensión del tratado. También podría establecerse en el futuro un acuerdo multilateral de control de armamentos con la participación de China.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, dijo a Kommersant que la delegación rusa «tomó en consideración todas las ideas estadounidenses». Sin embargo, no predijo su resultado. «No podemos reaccionar de inmediato a aspectos tan serios de nuestras discusiones, y mucho menos llevar a cabo una discusión pública sobre este tema». El diplomático de alto rango ruso señaló que Moscú apoya la extensión del New Start, pero «no a cualquier costo».
En general, calificó las consultas de «muy útiles» y «profesionales». Ryabkov señaló que la delegación rusa también tenía «una larga lista de preguntas para Estados Unidos». «Algunos de ellos fueron aclarados, y esto es positivo. Pero hay muchos más casos, donde no vemos ninguna respuesta», dijo al diario.