Rusia está alarmada por los intentos occidentales de sacar provecho de las dificultades internas de Bielorrusia y cree que su vecino debe quedarse solo, según el ministro de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov, quien acusó a la UE de estar impulsada por la geopolítica.
En declaraciones al canal de televisión Rusia-1, Lavrov pidió a los bielorrusos que solucionen sus propios asuntos y rechacen la idea de tener que ponerse del lado de Rusia o de la Unión Europea. Añadió que los miembros del bloque no estaban genuinamente interesados en los derechos humanos o la democracia, sino que, en cambio, tenían el deseo de poner a Minsk en su órbita.
“Nos preocupan los intentos [extranjeros] de utilizar las dificultades internas que enfrentan actualmente Bielorrusia, el pueblo bielorruso y el liderazgo bielorruso”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, destacando que fuerzas externas están intentando interferir con el país para imponer una situación que podría ser rentable para ellos, pero no para los bielorrusos
Centrándose en las declaraciones de los miembros de la UE, Lavrov sugirió que los países occidentales quieren imponer sus propias reglas en todo el continente y también en otras partes del mundo.
“Lo que estamos escuchando ahora de las capitales europeas, primero de los países bálticos, luego de Polonia y el Parlamento Europeo, no se trata de [el presidente bielorruso] Alexander Lukashenko, derechos humanos y democracia, sino de geopolítica”, explicó Lavrov.
El jefe diplomático de Rusia pidió a los bielorrusos que resuelvan sus problemas de forma independiente y rechacen la idea de que el país tiene que elegir entre asociarse con Rusia y asociarse con Europa. Expresó la esperanza de que los ciudadanos del país no sean guiados por quienes necesitan a Bielorrusia por razones puramente egoístas.
El funcionario ruso señaló que las elecciones bielorrusas no fueron «perfectas», pero aclaró que el liderazgo bielorruso era muy consciente de eso y sus autoridades están «tratando de entablar un diálogo con los ciudadanos que protestan contra lo que consideran una violación de sus derechos».
El martes, el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergey Ryabkov, ofreció una opinión similar y explicó que Rusia cree que «Bielorrusia es bastante capaz de encontrar una salida a esta situación por sí sola».
El presidente de Bielorrusia, Lukashenko, también advirtió a los países occidentales que se mantengan alejados, instando a los políticos de la UE a que, en cambio, echen un vistazo a sus propios patios traseros. “En lugar de señalarnos con el dedo, deberían discutir el movimiento de los chalecos amarillos en Francia, los terribles disturbios en los Estados Unidos”, dijo Lukashenko. «No apunte a Bielorrusia para desviar la atención de los problemas en Francia, Estados Unidos, Alemania, etc.