Los retrasos en la entrega del correo en Estados Unidos no están relacionados con las instrucciones del presidente Donald Trump, de quien los demócratas sospechan de intentar sabotear la votación por correo en las elecciones presidenciales de noviembre, dijo a los periodistas el martes el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows.
«Este [retraso en el correo] definitivamente no fue intencional, ya que el presidente de Estados Unidos no lo ordenó», dijo Meadows, cuya declaración es citada por el grupo de prensa de la Casa Blanca.
Anteriormente, el director general de correos del Servicio Postal de Estados Unidos, Louis Dejoy, dijo que el servicio posponía las reformas internas hasta las elecciones presidenciales «para evitar cualquier influencia [reformas] en la votación». Según él, el horario de apertura de las sucursales, así como su número, se mantienen sin cambios. Los objetos de la infraestructura postal tampoco migrarán.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de California), calificó el anuncio de Dejoy como «un primer paso necesario pero insuficiente para poner fin a la campaña presidencial [estadounidense] para sabotear las elecciones».
Denuncia contra el correo
Anteriormente, las autoridades de 20 estados, en particular Washington, Colorado, Connecticut, Illinois, Maryland, presentaron una demanda contra el correo en relación con los cambios previstos y posibles retrasos en la entrega de las boletas.
Trump ya ha criticado repetidamente la idea de votar por correo por la opacidad de este procedimiento y el procesamiento excesivamente largo de las papeletas en este escenario. Según el líder estadounidense, debido a posibles violaciones con este método de votación, las elecciones de noviembre pueden convertirse en las más deshonestas de la historia.