El 17 de agosto, las principales facciones parlamentarias del Parlamento Europeo declararon que no reconocen a Alexander Lukashenko como presidente electo de Bielorrusia y lo tildaron de persona non grata en la UE. Exigieron «elecciones nuevas y libres, bajo la supervisión de observadores independientes», se lee en su comunicado. El documento también pide a Rusia que no se inmiscuya en los asuntos de Bielorrusia.
El hecho de que Bruselas no reconozca los resultados de las elecciones bielorrusas quedó claro el 14 de agosto, tras una reunión entre los principales diplomáticos de la UE. En ese entonces, consideraron falsificados los resultados de las elecciones del país y coincidieron en imponer sanciones individuales contra varios funcionarios bielorrusos. Una fuente de los círculos diplomáticos europeos le dijo a Izvestia que las restricciones incluirían la congelación habitual de los activos de la UE y la prohibición de la entrada a la UE. Los nombres que se incluirán en la lista negra se están debatiendo actualmente.
Sin embargo, no a todos en la UE les gustaría intervenir en los asuntos internos de Bielorrusia. Las fuentes de Izvestia en el Parlamento Europeo señalaron que esta declaración no se había hecho en nombre de todo el parlamento, sino en nombre de movimientos políticos separados, lo que significa que no refleja la posición de todo el cuerpo legislativo.
Moscú ha criticado la declaración del Parlamento Europeo.
«Somos el Estado de la Unión, y Bielorrusia es nuestro vecino más cercano. Se nos dice que no nos entrometamos. Pero, ¿por qué diablos se entrometería la UE? Hasta donde yo sé, la república no forma parte de la UE», dijo el vicepresidente primero. del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación Rusa (cámara alta del parlamento), dijo Vladimir Dzhabarov al periódico. «Bielorrusia tiene su presidente legítimamente electo. El gobierno y la nación bielorrusa, no la UE, decidirán qué hacer a continuación. Ya sabemos cómo funcionó su intromisión en el pasado, cuando la UE se hizo pasar por garante de la transición pacífica del poder en Kiev, y todos recordamos cómo terminó. Creo que el Parlamento Europeo se excede ligeramente en su autoridad. Este asunto concierne a la nación bielorrusa, ellos mismos se ocuparán de él. Si no tenemos que entrometernos, tampoco debería la UE», subrayó el senador.