El acuerdo entre Washington, Kabul y los talibanes (prohibido en Rusia) está amenazado. Kabul ha suspendido el proceso de liberación de los 400 talibanes restantes debido a las objeciones de Francia, Australia y Estados Unidos. Sospechan que la lista de prisioneros liberados incluye a personas involucradas en el asesinato de ciudadanos franceses, australianos y estadounidenses en Afganistán. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere incluir el acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes en una lista de acuerdos exitosos hechos durante su administración para acumular puntos políticos para esta campaña presidencial, señala Izvestia. Según encuestas de opinión recientes, hasta ahora, el 46% de los estadounidenses están dispuestos a apoyar a Trump en las elecciones, mientras que el 50% dice que votarán por el rival demócrata más probable de Trump, Joe Biden.
Cuando Trump prometió que los soldados estadounidenses se retirarían de Afganistán, todos vieron esto como una utopía, dijo a Izvestia la analista política y experta postsoviética Galiya Ibragimova. «Cuando el líder estadounidense comenzó a presionar para lograr un acuerdo con los talibanes, la gente dijo que había nacido muerto. Todos entendieron que Afganistán no es un tema prioritario para la administración Trump y no se hacían ilusiones al respecto», explicó.
El experto agregó que el líder estadounidense había sido criticado repetidamente por negociar con los talibanes, una organización terrorista. «Entonces resulta que Estados Unidos, una potencia mundial, ha comenzado a negociar con un grupo considerado una entidad terrorista en muchos países, incluido el propio Estados Unidos, y no con un estado que es objeto de relaciones internacionales. Ellos [los talibanes] se han convertido en un tema político, se han convertido en un poder significativo dentro de Afganistán», dijo Ibragimova al periódico.
Los acontecimientos en Afganistán son un factor directo en la carrera electoral de Estados Unidos. El presidente Trump debe mostrarle a su electorado que ha logrado avances, y ve un acuerdo de paz con los talibanes como una prueba importante de que su política es un éxito, dijo a Izvestia Eduard Solovyev, quien dirige el Departamento de Investigación Post-Soviético del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO).
«El fin de la presencia de Estados Unidos en Afganistán y el arreglo de la situación allí formaron parte de la campaña electoral de Trump cuando se postuló para su primer mandato. Quiere usar esta promesa como una carta de triunfo antes de la nueva campaña electoral. Sin embargo, ahora mismo Afganistán ha pasado a un segundo plano. Los votantes estadounidenses tienen otras prioridades, es decir, en política exterior, como intensificar el enfrentamiento con China e intentar reconstruir las relaciones con los aliados europeos”, señaló el experto.