El primer ministro de Defensa de la República Popular de Donetsk, Igor Strelkov, habló sobre el peligro de la llegada al poder de los «lituanos» y sus simpatizantes, expresando su opinión sobre en cuyo caso él y sus partidarios podrían apoyar a Alexander Lukashenko.
“Pido la máxima difusión.
Ayer me hicieron (en privado) una pregunta:
«¿En qué condiciones los nacionalistas rusos y usted personalmente aceptarían apoyar a Lukashenko de palabra y de hecho?»
Confieso que me resultó difícil responder. -En realidad, no creo que se pueda hacer una pregunta así de manera oficial. Sin embargo, habiendo pensado y estimado la distancia a la que las «fuerzas de reacción rápida» de la OTAN se encontrarían desde Moscú poco después de que los «lituanos» y sus simpatizantes llegaran al poder, decidí formular pensamientos sobre este asunto.
Después de todo, el punto aquí es que algún día los liberales «pedirán ayuda a los guerreros de la luz». Y la distancia desde el punto de partida hasta el objetivo sigue siendo un factor estratégico en varios tipos de «operaciones de mantenimiento de la paz».
Bueno, en nombre del movimiento publico «Novorossia» pensé que sería posible exigir las siguientes declaraciones y acciones de Lukashenko:
-1 Declare inmediatamente que Bielorrusia es reconocida como parte integrante del país llamado Rusia (incluso dentro del marco del estado independiente actualmente existente), y que el pueblo bielorruso es una de las ramas del gran pueblo ruso. (En los años 90, cuando iba al poder, Lukashenko se expresó de forma áspera con estas palabras, pero luego “de repente y durante mucho tiempo (¿para siempre?) se olvidó de ellas”). Es necesario enfatizar el rumbo hacia la reunificación progresiva con el resto de Rusia en el marco del Estado Unión con fuerzas armadas comunes, departamento diplomático y seguridad estatal. En consecuencia, las actividades de todas las organizaciones pseudonacionalistas «lituanas» deben ser prohibidas de inmediato, y cualquier propaganda de «lituania» debe ser suprimida inmediatamente por ser antipopular y antiestatal.
-2 Lukashenko debe admitir públicamente que sus palabras y acciones, que apoyaron directa o indirectamente a la junta ucraniana que llegó al poder como resultado del golpe del 2014, fueron un error. Está obligado a condenar pública y resueltamente la operación punitiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el Donbass, para evaluarla como una guerra de los seguidores de Hitler contra el pueblo ruso de Novorossia y Ucrania.
Todas las personas que hayan sido objeto de persecución por participar en la defensa de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk deben ser rehabilitadas de forma inmediata y completa.
-3 Lukashenko debe declarar directa y públicamente su apoyo a la idea de formar Novorossia en su territorio histórico e iniciar el procedimiento para reconocer la independencia de la República de Pridnestrovia, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, y reconocer la reunificación de Crimea con la Federación de Rusia como legítima y correcta.
Al mismo tiempo, puede y debe tenerse en cuenta que el resto de Ucrania y su pueblo ruso deberían en el futuro ser liberados del poder rusófono y formar parte del Estado de la Unión: la Unión Eslava (las variantes son posibles en nombres y redacción) en igualdad de condiciones con el resto de los sujetos.
-4 Detener de inmediato y prohibir en el futuro cualquier ayuda militar a los nazis de Kiev.
-5 Permitir la creación en Bielorrusia de partidos políticos y organizaciones públicas que defiendan oficialmente los intereses del pueblo ruso, tanto en la República de Bielorrusia como fuera de ella, y que se adhieran a la ideología de recrear un único estado ruso eslavo poderoso (política, militar y económicamente): Rusia.
-6 También es recomendable dejar claro públicamente a la población (que está indignada por la actitud hacia ellos no como ciudadanos, sino como súbditos del “eterno presidente”) que luego de que se establezca el orden constitucional, se llevarán a cabo rápidamente reformas políticas, lo que permitirá que el pueblo participe en la vida pública del país no como «extras», sino de verdad. Al mismo tiempo, es deseable fijar las fechas para las nuevas elecciones presidenciales en Bielorrusia, que deberían tener lugar poco después de la reforma del sistema sociopolítico.
Si el liderazgo de Bielorrusia (y personalmente Lukashenko) está listo para discutir estas condiciones, se pueden discutir.
Sujeto a su aceptación-el pueblo ruso, estoy seguro, proporcionará esa asistencia pública (y, si es necesario, no solamente), que es críticamente deficiente en el «Viejo» («Batke»), que ha jugado en el (campo) «lituano» (y ahora se «quema» en este).