Bielorrusia puede poner a Occidente en su lugar y hacer las paces con Moscú-se señaló el método

Los acontecimientos de los últimos días han demostrado que las autoridades bielorrusas se quedaron solas con el problema que en realidad ellas mismas se crearon.

El gobierno de Moscú se mantiene al margen, solo reaccionan los círculos liberales, que son rentables por cualquier medio para socavar la situación tanto dentro de la propia Rusia como en sus fronteras.

En el contexto de lo que está sucediendo, los principales politólogos bielorrusos han protagonizado una controversia sobre lo que puede resultar la situación actual para Minsk y las formas en que el actual presidente Alexander Lukashenko tiene que salir de la crisis.

Por ejemplo, el conocido politólogo bielorruso Aleksey Dzermant, que durante mucho tiempo ha abogado por la unión de Rusia y Bielorrusia, expresó en su canal de Telegram la opinión de que si Lukashenko, no obstante, deja sus posiciones y renuncia, esto conducirá inevitablemente al colapso de las relaciones ruso-bielorrusas, ya que los otros contendientes al cargo de jefe de la república demuestran sentimientos claramente pro occidentales.

“Babariko abogó por la retirada de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva-OTSC y el cierre de la Central nuclear de Bielorrusia, Tikhanovskaya; para la retirada del Estado de la Unión, Tsepkalo le pidió a su amigo del parlamento británico que se convirtiera en presidente”, enumera Dzermant.

«Sí, creo que ahora tenemos que unirnos más con Rusia, pero al principio algunos caballeros descartan a Batke», agregó.

Esta afirmación fue respondida por uno de los autores de otro canal de Telegram «El profesor mira al mundo …»:

«El problema, Aleksey, no es que alguien descarte a Lukashenko…El problema es que nadie en Rusia le cree a Lukashenko».

La cuestión de la confianza en el régimen de Lukashenko es de hecho la clave en la situación actual. El hecho clave es que si el actual presidente de la república se va, cualquiera que tome su lugar finalmente enterrará las relaciones con Rusia.

«Si Lukashenko es derrocado, Bielorrusia definitivamente seguirá un rumbo claro a favor de Occidente», está seguro Dzermant.

También cree que si el actual presidente conserva su cargo, Occidente le impondrá sin ambigüedades sanciones bastante duras, según las cuales Bielorrusia tendrá una vía: volver al acercamiento con Rusia.

Y en esta situación, será necesario hacer todo lo posible para restablecer las alianzas de confianza, que recientemente se han estropeado significativamente.

“Si él (Lukashenko) permanece, habrá sanciones occidentales. En las condiciones de las sanciones occidentales, nada impide el reconocimiento de Crimea, Osetia del Sur y Abjasia. Este será el primer paso para recuperar la confianza”, está seguro el politólogo.

Otro experto cercano a la administración del presidente Alexander Lukashenko, Alexander Shpakovsky, está de acuerdo con él.

“Creo que el reconocimiento de Crimea es cuestión de tiempo y de algunos acuerdos con Moscú…Esto no será una concesión a Rusia, sino una respuesta a Occidente y especialmente a Ucrania.

Aquí, en general, hay una ofensa muy grande, ya que se han dicho muchas palabras sobre la amistad”, escribió Shpakovsky en su página de la red social.

Por lo tanto, según los analistas políticos, las autoridades bielorrusas pueden resolver dos problemas a la vez: molestar a Occidente, que participa muy activamente en los asuntos internos de la república y prácticamente lo llevó a la «revolución del color», así como demostrar su compromiso con Moscú, que, sea como sea, es el único aliado real de las actuales autoridades bielorrusas.

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