(Video) Palestinos queman fotos del príncipe heredero de Abu Dhabi y Netanyahu en protesta por el acuerdo entre Israel y Emiratos Árabes Unidos


Los palestinos han realizado manifestaciones de protesta en Cisjordania y Gaza, denunciando el reciente acuerdo para normalizar los lazos entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos como una traición a su causa y un golpe a la «solidaridad árabe».

Los manifestantes portaban banderas palestinas y pisotearon fotos del príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, antes de prenderles fuego en el centro de Ramallah en Cisjordania. También quemaron fotos del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien negoció el trato, y del político palestino Mohammed Dahlan, que actualmente reside en los Emiratos Árabes Unidos.

Se produjeron manifestaciones similares en Cisjordania y Gaza, así como fuera de la Mezquita Al-Aqsa en el Monte del Templo (Haram al-Sharif) en Jerusalén.

La mayoría de los estados árabes históricamente se han negado a establecer formalmente lazos diplomáticos con Israel, en protesta por su ocupación de las tierras que los palestinos reclaman como suyas.

Según el acuerdo anunciado a principios de esta semana, los Emiratos Árabes Unidos acordaron normalizar las relaciones con Tel Aviv a cambio de que Israel suspenda sus planes de anexar oficialmente Cisjordania. Emiratos Árabes Unidos se convirtió en el tercer país árabe en hacerlo, después de Egipto y Jordania.

La medida fue aclamada por Estados Unidos e Israel como un gran avance hacia una mayor paz en la región. Los palestinos, sin embargo, denunciaron abrumadoramente el acuerdo, describiéndolo como «traición» y «traición».

El secretario general del partido de la Iniciativa Nacional, Mustafa Barghouti, dijo a la agencia de videos Ruptly de RT que el acuerdo es «una puñalada en la espalda del pueblo palestino».

En realidad, viola la solidaridad árabe, acordada en las resoluciones de todos los países árabes.

El acuerdo fue igualmente criticado por Irán, y el presidente Hassan Rouhani lo calificó de “un gran error.

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