Con un pasaporte estadounidense, eres persona non grata: un número récord de personas renuncia a la ciudadanía de EE.UU.

Donald Trump está llevando a los estadounidenses al punto de que renuncian a la ciudadanía estadounidense, escribe Arva Mahdavi, columnista de The Guardian.

Puede que el jefe de la Casa Blanca nunca haya completado su «hermoso muro» en la frontera con México, pero ha hecho un excelente trabajo al mantener a la gente, incluidos sus propios ciudadanos, fuera de Estados Unidos.

Un análisis realizado por la firma de contabilidad Bambridge Accountants, con sede en Nueva York, mostró que un número récord de personas ha renunciado recientemente a la ciudadanía estadounidense: más de 5.800 estadounidenses en la primera mitad del 2020, es decir, un 12-10% más que en la segunda mitad del 2019.

Los requisitos de declaración de impuestos globales de EE.UU. son una de las principales razones por las que muchas personas optan por desembolsar $ 2.350 para romper los lazos con EE. UU.

El actual primer ministro británico, Boris Johnson, por ejemplo, renunció a su ciudadanía estadounidense en el 2016 después de quejarse de reclamos fiscales estadounidenses «absolutamente escandalosos». Aún así, Trump parece estar enviando un número creciente de expatriados al extranjero.

“Estamos viendo la política actual en Estados Unidos y cómo la gente ha aceptado todo lo que está sucediendo con el presidente Donald Trump, cómo va la lucha contra la pandemia del coronavirus”, dijo un portavoz de Bambridge Accountants en una entrevista con CNN. «Si el presidente Trump es reelegido, creemos que habrá otra ola de personas que decidan renunciar a su ciudadanía».

“No me puedo imaginar a Trump particularmente preocupado por que los estadounidenses se distancien socialmente de sus pasaportes; este hombre parece estar obsesionado con hacer que la ciudadanía sea lo menos atractiva posible”, dice The Guardian.

Según la información disponible, la administración Trump está considerando bloquear la entrada a Estados Unidos de sus ciudadanos, así como de extranjeros con residencia permanente en Estados Unidos, si los funcionarios creen «razonablemente» que quienes ingresan pueden tener COVID-19.

Como señala el autor, una vez que el pasaporte estadounidense le permitía cruzar fronteras fácilmente, ahora lo convierte en persona non grata en todo el mundo.

No solo a la mayoría de los estadounidenses se les prohíbe ingresar a Europa, sino que tampoco se les puede garantizar la entrada a su tierra natal, escribe Arwa Mahdavi.

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