Un caza ruso SU-27 interceptó hoy el vuelo de aviones espías estadounidenses RC-135 y P-8A Poseidon cerca de las costas de Crimea en el mar Negro, en el segundo incidente de ese tipo en 48 horas.
Similar a lo ocurrido ayer, los medios de control y seguimiento rusos detectaron en una zona neutral sobre el mar Negro a dos aparatos aéreos con vuelo en dirección a la frontera nacional, por ello se activó un caza SU-27 para interceptarlos, informó el ministerio de Defensa.
El caza del Distrito Militar del Sur se acercó a los aviones norteamericanos y los identificó. Una vez que los aparatos aéreos se alejaron de los límites rusos, el SU-27 regresó sin problemas a su base, indicó el Centro Nacional de Dirección de la Defensa.
La víspera, un caza-interceptor MIG-31BM interrumpió el vuelo de un avión espía estadounidense P-8A Poseidon, cuando intentó acercarse al espacio aéreo ruso sobre el mar de Barentz.
Washington y países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte aumentaron en los últimos tiempos sus acciones de provocación cerca de las costas de este país, lo cual fue denunciado en enero pasado por la jefatura del Estado Mayor ruso.
Así, hace una semana un caza SU-27 ruso interceptó un vuelo de un avión espía estadounidense RC-135 y un patrullero naval de reconocimiento P-8 Poseidon sobre el mar Negro.
La provocación ocurrió apenas dos días después de un vuelo similar de una pareja de aviones de inteligencia norteamericanos (RC-135 y P-8 Poseidon) en esa misma cuenca.
El día 3 de este mes, un caza-interceptor ruso MIG-31 dio seguimiento al vuelo de dos aparatos aéreos de Noruega sobre la cuenca del mar de Barentz hasta asegurarse de que se alejaban de la frontera estatal.
Asimismo, el 31 de julio último, otro caza SU-27 interceptó un avión espía estadounidense en un vuelo sobre el mar Negro.
Cazas de la flota del Norte interceptaron el 17 de julio pasado el vuelo de un avión espía P-3C Orion, de la fuerza aérea noruega, sobre el mar de Barentz, informó en ese momento el ministerio de Defensa.
El 19 de junio último, cazas rusos SU-30 y SU-35, así como los interceptores MIG-31 acompañaron el vuelo de una pareja de bombarderos estratégicos estadounidenses B-52H en el mar de Ojotsk, situada entre la península de Kamchatka y la isla de Sajalín.