Estados Unidos ha incautado unos 1,116 millones de barriles de combustible iraní a bordo de 4 barcos que se dirigían a Venezuela, confirmó el Departamento de Justicia, insinuando la «ayuda» de «socios extranjeros» y negándose a revelar dónde tuvo lugar el robo.
La agencia elogió lo que llamó la mayor incautación de combustible iraní por parte de Estados Unidos en un comunicado el viernes, revelando que Washington había atrapado la carga que eludía las sanciones en ruta a Venezuela con la ayuda de «socios extranjeros» no especificados.
La declaración pareció confirmar un informe del Wall Street Journal, que citaba fuentes anónimas del gobierno y del transporte marítimo, que afirmaba que cuatro camiones cisterna cargados con combustible iraní habían visto recientemente confiscados su carga «sin el uso de la fuerza militar». Se dijo que las embarcaciones serían redirigidas a Houston, Texas, donde, según los informes, serán recibidos por altos funcionarios de la administración Trump.
El puntaje de Washington en alta mar se deriva de una demanda judicial en julio que exige que los cuatro petroleros en cuestión «pierdan toda la carga de productos derivados del petróleo» debido a que han sido enviados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, según el comunicado. Estados Unidos designó al IRGC como una organización terrorista el año pasado a instancias de Israel mientras intensificaba su campaña de «máxima presión» contra Teherán.
Desde que se retiró del acuerdo nuclear del JCPOA en 2018, la administración Trump ha impuesto una desconcertante serie de sanciones contra Irán, inundó el Golfo Pérsico con activos militares estadounidenses y ofreció millones de dólares en sobornos a los capitanes de barcos iraníes para que entregasen sus petroleros en las manos del tío Sam.
Venezuela también ha sido objeto de sanciones punitivas de Estados Unidos mientras Washington ha luchado por instalar a su candidato de oposición preferido, Juan Guaidó, en lugar del presidente socialista del país, Nicolás Maduro. Después de que un puñado de intentos fallidos de golpe dejaran a Guaidó más impopular que nunca entre los venezolanos, el enviado especial de la administración Trump a la nación, Elliott Abrams, fue ascendido la semana pasada para supervisar también a Irán.