Estados Unidos no proporcionó hechos que confirmen presuntos vínculos entre los servicios de inteligencia rusos y el movimiento talibán, incluso después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, lo solicitó en una llamada telefónica con el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, María Zakharova, en una sesión informativa el jueves.
«En una conversación telefónica entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, el 13 de julio, la parte estadounidense planteó la cuestión de la supuesta colusión de los servicios de inteligencia rusos con los combatientes talibanes a quienes supuestamente incitan a realizar incursiones contra el ejército estadounidense en Afganistán», dijo Zakharova.
«La respuesta de la parte rusa fue la siguiente: el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia describió estas declaraciones como especulaciones deshonestas que no tienen nada que ver con la realidad. También le pidió a la parte estadounidense que presentara pruebas de que Washington tenía entre manos, que no se proporcionó como de costumbre», agregó.
«Además, Sergey Lavrov enfatizó que la parte rusa estaba interesada en la presencia de Estados Unidos en Afganistán, entre otras cosas en el contexto de evitar que los militantes se trasladen a países de Asia Central», agregó.
El New York Times escribió el 26 de junio que supuestamente una unidad de inteligencia militar rusa había ofrecido recompensas a los militantes talibanes para matar a las tropas estadounidenses en Afganistán. «El hallazgo de inteligencia fue informado al presidente Trump, y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca discutió el problema en una reunión entre agencias a fines de marzo, dijeron los funcionarios», escribió el periódico.