La Fiscalía de Bolivia admite una denuncia contra Evo Morales y otros funcionarios por la presunta responsabilidad en las protestas en curso en el país.
De acuerdo con el fiscal de La Paz, Marco Cossío, el gobierno de facto de Bolivia, presidido por Jeanine Áñez, presentó el 5 de agosto una denuncia contra 12 personas por los bloqueos de carreteras importantes que se registran en varias localidades desde la semana pasada.
“Se ha admitido la denuncia contra estas personas: el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), el señor Huarachi; el expresidente Evo Morales, los candidatos del Movimiento Al Socialismo (MAS), el señor Arce Catacora, el señor Choquehuanca, así como otras personas”, ha indicado este lunes el funcionario boliviano.
Ha señalado asimismo que, tras las investigaciones pertinentes, la Fiscalía emitió cinco ordenes de aprehensión contra personas principales e identificadas en los bloqueos.
Conocida la decisión de la Fiscalía de La Paz, miles de bolivianos se mantienen movilizados, en el marco de una huelga general convocada por la COB y apoyada por decenas de organizaciones gremiales y sociales, en demanda de la realización de elecciones el venidero 6 de septiembre.
Cochabamba, El Alto y otras ciudades bolivianas han sido escenario de protestas que han desembocado en enfrentamientos entre policías y manifestantes. También, cientos de manifestantes se concentraron en la ruta hacia La Paz.
La principal exigencia de los manifestantes es que las elecciones generales se celebren el 6 de septiembre, como dicta una ley, y no el 18 de octubre, como anunció el Tribunal Supremo Electoral, tras valorar que la etapa de mayor contagio por el nuevo coronavirus se dará a finales de mes y principios de septiembre.
El fin de semana hubo dos intentos de diálogo entre representantes del gobierno transitorio, el parlamento, el órgano electoral, algunos partidos políticos y sectores movilizados, entre otros actores, pero no se alcanzó ningún resultado.
La oposición denuncia que la postergación de las elecciones por tres veces, valiéndose de varios pretextos, es una treta de Áñez para perpetuarse en el poder.