La República Popular de China se opone a la escalada de relaciones con Estados Unidos tras el cierre del Consulado General de China en Houston (Texas) y el estadounidense en Chengdu. La declaración correspondiente fue realizada por el embajador de la República Popular de China en los Estados Unidos, Cui Tiankai, hablando el martes en el foro anual de seguridad organizado por el Instituto Aspen.
«Creo que las acusaciones contra nuestro consulado o cualquiera de nuestras otras misiones diplomáticas son absolutamente infundadas», dijo en respuesta a una pregunta del anfitrión sobre las afirmaciones de las autoridades estadounidenses de que sus empleados fueron supuestamente condenados por robar tecnología estadounidense. «Nosotros no comenzamos todo esto», dijo el embajador chino. «Definitivamente nos gustaría que ambos consulados siguieran funcionando».
«[El] Consulado [General] [de China en Houston] ha realizado muchos esfuerzos para facilitar el intercambio entre los países, los contactos entre las personas, el intercambio cultural, deportivo, educativo, muchas cosas beneficiosas para ambos países. Por lo tanto, la decisión de la parte estadounidense de cerrar el consulado en Houston provoca pero el principio de reciprocidad siempre se preserva en la diplomacia, así que tuvimos que responder», dijo Cui Tiankai.
«Pero no queríamos que eso sucediera desde el principio», concluyó el diplomático, «y definitivamente no buscamos una escalada».
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo el 27 de julio que las autoridades chinas consideran las acusaciones de supuesto espionaje de la parte estadounidense contra los empleados del Consulado General de la República Popular de China en Houston como calumnias y ofrecen a Washington «corregir el error» para normalizar las relaciones bilaterales.
El 21 de julio, Washington exigió que Beijing cerrara el Consulado General en Houston dentro de las 72 horas debido al «robo de tecnología estadounidense», el «uso indebido» de los sistemas de intercambio estudiantil y el «comportamiento incompatible con la práctica estándar de la diplomacia» de los empleados. El mismo día, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino prometió tomar medidas de respuesta, y el 24 de julio anunció una «contramedida siemtrica»: el cierre de la misión diplomática de Estados Unidos en Chengdu.