Estados Unidos debería analizar su propia política exterior y negarse a interferir en los asuntos de otros países antes de acusar infundadamente a otros de «agresividad», dice Elena Panina, miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma del Estado de Rusia.
Anteriormente en un artículo para el Washington Post, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, dijo que las sanciones de Estados Unidos contra Rusia no serían necesarias si la Federación de Rusia «se abstiene de agresión en el extranjero». Además, el político agregó que Estados Unidos y la Federación de Rusia pueden mantener un diálogo sobre el antiterrorismo en los próximos meses.
Como Panina señaló en una entrevista con RIA Novosti, las tesis de O’Brien del artículo representan una combinación de «declaraciones evidentes» sobre los beneficios para el mundo entero de las buenas relaciones entre los Estados Unidos y la Federación de Rusia, característicos del Partido Republicano, clichés políticos sobre contener a la «Rusia agresiva» siguiendo el ejemplo de Reagan y una serie de disposiciones constructivas relacionadas con la seguridad internacional.
«Una de estas semillas constructivas son las palabras del asesor de Trump sobre la cooperación en la lucha contra el terrorismo internacional. Debemos tener claro que después de la derrota de los militantes de ISIS (Estado Islámico) en Siria e Irak, la amenaza del terrorismo internacional no ha desaparecido. Por el contrario, En el contexto de una pandemia, una contracción en la economía mundial y una división en las élites mundiales, el peligro del terrorismo internacional ha aumentado muchas veces, el mundo se ha vuelto más vulnerable que antes», señaló Panina.
En este contexto, agregó la diputada, la cooperación entre la Federación de Rusia y los Estados Unidos en esta dirección es importante no solo para la seguridad bilateral, sino también para la seguridad de todo el mundo.
«Con respecto a las acusaciones de «agresividad» en Rusia, Estados Unidos no debe culpar a otros sin fundamento, sino, en primer lugar, analizar su propia política exterior, rechazar la interferencia agresiva en los asuntos de otros países. Cualquier diálogo es siempre una «calle de doble sentido»”, dijo Panina.