Rusia puede posponer la apertura de sus fronteras con Bielorrusia por la reciente detención de sus ciudadanos en Minsk, dijo la Duma estatal a Izvestia. Las restricciones podrían haberse levantado en agosto, pero ahora este problema podría permanecer abierto. Hasta ahora, ni siquiera hay una comprensión clara de lo que acusan a los 33 rusos, señaló el Consejo de la Federación, y agregó que si el caso llega a los tribunales, Moscú considerará la posibilidad de solicitar la extradición de ciudadanos rusos. Sin embargo, los expertos entrevistados por Izvestia creen que puede no llegar a esto. Existe la posibilidad de que ambos países acuerden el regreso de estos ciudadanos rusos a través de canales diplomáticos.
Moscú quiere saber qué tanto sucedió en Bielorrusia, dijo a Izvestia el primer vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, Vladimir Dzhabarov. «Hasta ahora, las acusaciones son vagas. Los rusos llegaron en un grupo, tenían uniformes de camuflaje y no bebieron. ¿Entonces estos son motivos suficientes para los cargos de organizar disturbios masivos?», dijo el senador.
La extradición sería posible después del juicio, en el caso de que se inicie un caso penal contra los 33 detenidos en la Federación de Rusia y se reciba una solicitud correspondiente de las agencias policiales rusas, dijo Paul Kalinichenko, experto de la Universidad de Derecho del Estado de Moscú Kutafin a Izvestia. Sin embargo, Rusia no tiene reclamos contra estos ciudadanos, por lo que es mejor resolver este problema a través de canales diplomáticos, señaló el abogado.
Para minimizar las pérdidas y no profundizar la crisis con Moscú, el liderazgo bielorruso debería tomarse un descanso e invitar a representantes de los servicios especiales rusos a Minsk, dijo a Izvestia el politólogo Vladimir Evseev. «La parte bielorrusa debe presentar la información que tiene, sin distorsionar los hechos, para que ambos países tomen una decisión objetiva», dijo el experto.
Según el experto, el agravamiento de las relaciones con Rusia puede jugar en manos de los opositores políticos de Lukashenko. «Las acciones de Lukashenko en la detención de los ciudadanos rusos pueden provocar una respuesta. Esto puede conducir a una disminución de las condiciones sociales internas», señaló Evseev.
Algunos detenidos no solo son titulares de pasaportes rusos, sino que también tienen ciudadanía ucraniana, lo que Moscú no reconoce, diciendo que solo es posible su extradición a Rusia. El mayor error que conduciría a un grave deterioro de las relaciones entre Moscú y Minsk será la extradición de los detenidos a Ucrania, subrayó el politólogo.