El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido responder adecuadamente si las acusaciones de recompensas rusas a los talibanes resultan ser ciertas
Las acusaciones de que Moscú presuntamente pagó recompensas a los talibanes, una organización terrorista prohibida en Rusia, por el asesinato de militares estadounidenses estacionados en Afganistán, surgieron por primera vez en The New York Times el 2 de junio. El periódico afirmó haber obtenido un informe redactado por la inteligencia estadounidense que demuestra la existencia de cooperación entre los dos.
El informe provocó una oleada de críticas a Trump a la luz de las afirmaciones del periódico de que el presidente había sido informado del asunto, pero no se enfrentó al Kremlin por las acusaciones. El propio POTUS niega haber sido informado sobre el informe sobre presuntas «recompensas rusas» y cuestionó la existencia de la «fuente anónima» que informó al periódico sobre la supuesta inteligencia.
La administración prometió encontrar y tratar con la fuente de la «filtración», y el secretario de Defensa Mark Esper declaró que tales actividades son perjudiciales para la seguridad nacional de Estados Unidos. Dijo además que tampoco había sido informado sobre el informe, lo que significa que incluso si existían sospechas de tales «recompensas», carecían de pruebas contundentes para corroborarlas.
«Si se tratara de un informe creíble, eso es importante, un informe creíble y corroborado que haya usado esas palabras, ciertamente me habría llamado la atención la cadena de mando, el presidente de los jefes conjuntos y otros para la acción», Dijo Esper.