Rusia y China dejan de usar el dólar en el comercio llegando a un mínimo histórico


El uso de dólar en las transacciones comerciales entre Rusia y China cayó 5 % en el primer trimestre de 2020 alcanzando su mínimo histórico, según un informe.

Desde hace cinco años, Rusia y China, siendo ambas dos superpotencias mundiales, han decidido rebajar la presencia del dólar estadounidense en sus transacciones comerciales y, por ende, sus respectivos gobiernos han emprendido unas políticas económicas y financieras que facilitaran este cometido.

Los líderes de estos dos países, Vladímir Putin y Xi Jinping, han apostado por desarrollar unas relaciones bilaterales en diversos campos, como económico, militar, entre otros, que les aporte unos beneficios en aras de cumplir su objetivo de disminuir la dependencia de sus sistemas financieros de la divisa estadounidense y que, de paso, les garantizaría impedir a EE.UU. interferir en sus agendas comerciales con sus constantes amenazas de poner en marcha su maquinaria punitiva contra Moscú y Pekín.

La Casa Blanca en su dinámica sancionatoria no cesa en su empeño de imponer medidas restrictivas contra los rusos y chinos con la esperanza de impedir, como sea, sus respectivos progresos en los diversos sectores que les está aportando y brindando desde un tiempo acá la oportunidad de avanzar por delante de EE.UU. en muchos de las cuestiones a nivel mundial, y eso es lo que los estadounidenses justamente pretenden evitar.

Las políticas económicas de ambas partes derivaron en que mientras hace cinco años, en el 2015, alrededor del 90 % de los acuerdos comerciales entre las dos superpotencias se realizaban en dólares, hiciera que la presencia de la moneda estadounidense comenzara a disminuir notablemente a partir del año siguiente.

En otras palabras, a finales de 2016, el uso del dólar en los intercambios mercantiles entre Moscú y Pekín descendió a un 80 por ciento, según informa este miércoles la agencia de noticias rusa Sputnik.

“El dólar se hace tóxico y cada vez más países buscan alternativas”
El reporte apunta que en los años que siguieron, la moneda norteamericana perdió entre un 3 % a un 4 % de participación al año en las negociaciones entre los países. En 2019, con el inicio de la guerra comercial entre EE.UU. y China, el uso del dólar disminuyó significativamente y cayó a un 51 %.

En 2020, la moneda estadounidense continuó perdiendo espacio en las transacciones de Rusia y China. En el primer trimestre del año cayó a un 46 %. Esta fue la primera vez que el dólar fue utilizado en menos de la mitad de las negociaciones entre las dos naciones, conforme detalla Izvestia, un medio citado por Sputnik.

Las políticas económicas de Rusia y China allanaron el camino para que el dólar fuera reemplazado por el euro y el yuan a partir de 2015, anota la agencia rusa para luego añadir que el uso de la moneda europea en las relaciones comerciales chino-rusas subió ocho puntos porcentuales en comparación al mismo período del año pasado y alcanzó un 30 %.

Rusia sustituirá el dólar por euro o yuan en préstamos extranjeros
El yuan, por su parte, se utilizó en más de 17 % de las operaciones. Para ambas monedas, esto es un récord histórico. El uso del rublo se mantuvo en el nivel promedio del 7 % en los últimos tres años.

En este punto, el medio ruso cita a Alexandr Murychev, vicepresidente ejecutivo de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios, quien considera que el escenario actual abre oportunidades sin precedentes para el fortalecimiento del papel del rublo en el comercio con Pekín. No obstante, aclara que en la práctica, es poco probable que la moneda rusa logre ocupar un lugar de destaque en el comercio bilateral, debido a su actual volatilidad.

Una alternativa más realista es un cambio gradual a las monedas digitales. Murychev apuntó que un proyecto nacional de criptomonedas se está implementando activamente en China. Rusia, a su vez, está en vías de adoptar una ley sobre activos financieros digitales.

Esto, cree el experto, llevará la discusión acerca del papel económico del dinero virtual a un nuevo nivel, lo que permitirá de una forma u otra introducir la criptomoneda en la circulación comercial.

Fuente