Con las elecciones presidenciales de EE.UU. programadas para el 3 de noviembre, a poco más de tres meses, el resultado parece ser cada vez más impredecible. A partir de junio, el ex vicepresidente Joe Biden ha superado constantemente a Donald Trump en las encuestas de opinión. Según los expertos entrevistados por Kommersant, la victoria potencial de Biden podría resultar decepcionante para las relaciones bilaterales con Rusia.
No se espera que Biden reconsidere radicalmente la política de sanciones de Washington contra Rusia. Según el Director de Programas del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Ivan Timofeev, Moscú enfrentará uno de los dos escenarios: uno moderadamente negativo o radicalmente negativo. Un escenario moderadamente negativo, según él, es posible en ausencia de una nueva «crisis de interferencia» y con el mantenimiento del status quo en áreas clave de las relaciones entre los dos países. «Especialmente aquellos que son las causas directas de las sanciones. Entre ellos están las situaciones en Ucrania y Siria. También es importante que no haya nuevas crisis como el caso Skripal», dijo. El experto agregó que cualquier tipo de alivio de las sanciones o una normalización de las relaciones definitivamente no ocurrirá después de las elecciones.
Al mismo tiempo, puede aparecer algo de espacio para maniobrar en ciertas áreas. «Por ejemplo, Joe Biden puede estar menos inclinado a presionar a la Unión Europea. Tal vez, podría hacer la vista gorda a Nord Stream 2», agregó Timofeev.
El control de armas y la no proliferación de armas de destrucción masiva son quizás las únicas áreas donde se puede esperar que Biden haga progresos que sean beneficiosos para Rusia, escribió Kommersant. Esto se refiere al nuevo Acuerdo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), que Biden ya prometió extender si es elegido.
En cuanto a las armas nucleares estadounidenses en Polonia, junto con la transferencia de una parte del contingente estadounidense allí, los asesores de Biden ya han prometido revisar estos planes. En general, su administración tratará de compensar el daño causado a las relaciones euro-atlánticas por Donald Trump, escribió el periódico.