Al menos cuatro niños perdieron la vida y otros dos resultaron heridos cuando una bomba de racimo lanzada antes por el avión militar dirigido por Arabia Saudita en una zona residencial de la provincia central de Yemen, Ma’rib, explotó.
La red de televisión en idioma árabe al-Masirah, citando fuentes locales, informó que la explosión tuvo lugar en la aldea de al-Hazm, que se encuentra en el distrito de Harib al-Qaramish de la provincia, el martes.
El 11 de junio, el Ministerio de Derechos Humanos de Yemen, en un comunicado emitido por la agencia oficial de noticias SABA, advirtió que las municiones en racimo representan un grave peligro para la vida de los civiles, especialmente las mujeres y los niños, si entran en contacto cercano con ellos.
La declaración agregó que la alianza ha usado miles de bombas de racimo en áreas residenciales, causando la muerte y heridas de muchos civiles. Las submuniciones sin explotar también arriesgan la vida de los locales en las áreas seleccionadas.
El ministerio destacó además que miles de civiles, en su mayoría mujeres y niños, perdieron la vida o sufrieron heridas graves desde marzo de 2015, ya que los aviones militares dirigidos por Arabia Saudita continúan atacando varias áreas de Yemen.
También el martes, un niño sufrió heridas de bala cuando los guardias fronterizos sauditas abrieron fuego contra una aldea en el distrito de Ghamr de la provincia noroccidental yemení de Sa’ada.
El último incidente se produce semanas después de que la ONU eliminó a la coalición liderada por Arabia Saudita de su lista negra de asesinos de niños, lo que provocó enojo entre los grupos de derechos.
Desde marzo de 2015, Arabia Saudita ha estado llevando a cabo una sangrienta agresión militar en Yemen con la ayuda de sus aliados regionales y utilizando armas suministradas por sus patrocinadores occidentales. El objetivo de la guerra ha sido devolver al poder al ex presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi y derrotar al movimiento Houthi Ansarullah.
Según algunas cifras, más de 100,000 personas han perdido la vida como resultado de la agresión militar en los últimos cinco años.
La guerra también ha destruido, dañado y cerrado la infraestructura de Yemen, incluidos una gran cantidad de hospitales y clínicas.
La población yemení ha sufrido hambre y enfermedades a gran escala agravadas por el bloqueo naval impuesto al país por la coalición de agresores.